To Be Or Not To Be

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El presidente del país más poderoso del mundo está nervioso. Teme que Israel comience sin su permiso la “fiesta de bombas” en Irán. Mucho han especulado los analistas sobre un posible ataque israelí contra la nación persa. Lo cierto es que, en un año de elecciones en Estados Unidos, cualquier cosa puede suceder.

Las teorías sobre la agresión en ciernes se multiplicaron después de que un especialista israelí de Inteligencia, Ronen Bergman, afirmara en The New York Times que semejante acción tendría lugar este año.

Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, también habló de una operación contra Irán, aunque no precisó una fecha. “Quien diga ‘más tarde’ podría descubrir que ‘más tarde’ es demasiado tarde”, afirmó.

Luego, un editorial de The Washington Post sostuvo que el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, estimaba que existía una “gran posibilidad” de que Israel realizara una intervención militar en la primavera contra las instalaciones nucleares iraníes.

El presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el general Martin Dempsey, comunicó a los dirigentes israelíes el 20 de enero que EE.UU. no iba a participar en una guerra contra Irán iniciada por Israel sin el acuerdo previo de Washington. Una decisión bastante firme, pero ¿puede cumplir esa promesa?

Obama está en una encrucijada. El presidente demócrata se ufana de haber puesto fin al despliegue de tropas estadounidenses en Iraq, y no quiere verse sumergido en un enésimo conflicto en Oriente Medio (al menos por ahora). Pero sabe que hay engranajes que él no controla.

Según afirma el analista político M.J. Rosenberg, el grupo de presión sionista más poderoso en Estados Unidos, el AIPAC (Comité para los Asuntos Públicos de Estados Unidos-Israel), está presionando cada vez más al gobierno de Barack Obama para que emprenda un ataque militar contra Irán.

Para Stephen Walt, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Harvard, está claro que “los grupos más importantes en el lobby de Israel se encuentran entre las más fuertes voces que piden a Estados Unidos aumentar las sanciones contra Irán, y usar la fuerza si fuera necesario”.

La influencia del AIPAC en el quehacer diario de la política de la Casa Blanca es tan poderosa que el senador demócrata por Carolina del Sur, Ernest Hollines, al dejar su cargo dijo: “No se puede tener una política con Israel que no sea la marcada por el AIPAC”. De la misma forma, en una ocasión, el ex primer ministro israelí Ariel Sharon declaró públicamente en Estados Unidos: “Si quieren ayudar a Israel, ayuden al AIPAC”.

Según un análisis de The Washington Post los demócratas “dependen del apoyo judío hasta en un 60 % del dinero recibido”. Aun más, los votantes judíos están concentrados en estados clave como California, Florida, Illinois, Nueva York y Pennsilvania.

Obama tiene otro problema, y es que los candidatos republicanos lo han acusado de ser débil con respecto al programa nuclear iraní. Ese es tal vez el quid de que los israelíes estén alzando la voz, asegura Daniel Levy, del grupo de reflexión New America Foundation.

“La única razón por la que este tema está a la cabeza de las preocupaciones en este momento es la elección presidencial estadounidense”.

Cliff Kupchan, del Grupo Eurasia, que analiza riesgos internacionales, opina que si Israel iniciara la guerra, Estados Unidos sería inevitablemente absorbido, y Obama no podría mostrar su oposición abierta, incluso si quisiera.

“Podría decir que no participaron, que no tenían conocimiento de antemano, que no estaban de acuerdo, pero creo que tendrían que por lo menos aceptarlo y posiblemente ofrecer apoyo retórico”.

Por su parte, el jefe de Estado Mayor ruso, general de ejército Nikolai Makarov, citado por el canal Russia Today, advirtió que un ataque a Irán podría efectuarse en el verano próximo.

To be or no to be. Atacar a Irán o dejar que Israel lo haga. Esas parecen ser las opciones para Obama. Otra alternativa sería la pronosticada por el analista Fernando Casares, quien no descarta un “escenario similar al sirio” y el hecho de que “EE. UU., Israel y sus aliados financien y armen a sectores de la oposición interna de Irán”.

Habrá que esperar y estar atentos a los acontecimientos.

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