Security Agenda for Central America

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En el caso de C.A., EE.UU. prevé una asistencia de $86.2 millones para el año fiscal del 2013, a diferencia de los $100 millones aprobados para 2012.

Aturdidos por las elecciones de marzo y el comienzo de la campaña electoral adelantada de presidentes de 2014, en El Salvador no reparamos que estamos en medio de una ofensiva diplomática del gobierno de los Estados Unidos que está en función de su seguridad nacional y que tiene también como objetivo preparar a los países centroamericanos para la cumbre de las Américas que se realizará en Colombia el próximo mes. No es casualidad que en menos de ocho días dos funcionarios del más alto nivel de la administración norteamericana visiten la región centroamericana.

La secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos Janet Napolitano impulsó en su visita “una guerra total contra el narcotráfico” y Tony Blinken, asesor de seguridad nacional de Joe Biden vicepresidente de los Estados Unidos señaló que: “Tanto en México como en Honduras el vicepresidente hablará de los preparativos de la próxima Cumbre de las Américas”.

La visita de Biden pone de manifiesto el claro interés de Estados Unidos en la región y no es para menos solo en Honduras se estima que al año, pasan más de 100 toneladas de droga que luego es movilizada por vía terrestre, marítima y aérea a los países vecinos de Centroamérica, donde las redes del narcotráfico se encargan de transportarla hacia México y Estados Unidos.

Sin duda el presidente de Guatemala el general retirado Otto Pérez Molina buscará cabildear en el almuerzo con Biden acerca de la despenalización de la droga, pero en este asunto hay que estar absolutamente claros: “No hay ninguna posibilidad de que la administración de Barack Obama cambie su política sobre los narcóticos”, el presidente Funes también ha repetido una y otra vez que “El Gobierno salvadoreño no está a favor de la despenalización de la droga, no está a favor de convertir a Centroamérica en el paraíso para el consumo de la droga, Funesinsiste en que no está de acuerdo con la medida y nunca lo ha estado”

Además Funes está abiertamente en contraposición de Otto Pérez de abrir el debate, pues no cree que la propuesta de despenalización de la droga se aborde en la reunión de mandatarios. “Entiendo que la agenda sólo incluye la relación de Estados Unidos con Centroamérica, temas económicos, de seguridad y de la cooperación que puede seguir brindando la administración estadounidense para combatir el crimen organizado y la narcoactividad”.

Lo que seguramente Biden informará a los presidentes centroamericanos en Honduras es que la propuesta presupuestaria para 2013 que presentó Barack Obama al Congreso incluyó recortes de 92 millones de dólares a la ayuda que presta a América Latina para combatir el narcotráfico y de cinco millones de dólares en la asistencia militar

La solicitud total para el combate al narcotráfico fue de 476 millones de dólares, una baja respecto a los 568 millones de dólares estimados en 2012, mientras que los fondos propuestos para ayuda social y desarrollo se ubican en 434 millones, por debajo de los 466 millones estimados en 2012.

En el caso de Centroamérica, Estados Unidos prevé una asistencia de 86.2 millones de dólares para el año fiscal del 2013, a diferencia de los 100 millones de dólares aprobados para el año 2012 a través de uno de los componentes, la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (CARSI, por su nombre en inglés), que en total suma unos 200 millones de dólares. También se reduce el programa contra el narcotráfico en Guatemala que podría recibir directamente dos millones de dólares, una disminución importante respecto a los cinco millones del 2012. Un consuelo para los presidentes centroamericanos es que adicionalmente, el Departamento de Defensa también tiene programas a través de los cuales canaliza ayuda para la región.

El mensaje de la administración norteamericana a la región después de la visita de Biden quedará muy claro número uno: la reafirmación del compromiso de seguir trabajando juntos en áreas de seguridad en función de detener el flujo de droga que transita en la región con dirección a los Estados Unidos, número dos habrá menos dinero de la ayuda de Estados Unidos contra el narcotráfico y tres olvídense que pueda prosperar en la próxima cumbre de las Américas el debate acerca de la despenalización de la droga.

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