La compleja política norteamericana y la debilidad, al menos aparente, de los candidatos republicanos a la Casa Blanca hace que en estos momentos haya desde Europa una mirada equivocada sobre las elecciones presidenciales del próximo noviembre. Tanto, que desde el Viejo Continente sólo se considera la hipótesis de la reelección de Obama, un presidente que desde el primer día que accedió a la Casa Blanca ha contado con una enorme simpatía en las cancillerías europeas. No es poco lo que Obama representó al acceder a la presidencia del país más poderoso del mundo: era el primer presidente negro, ponía punto final a la presidencia de Bush júnior, volvían los demócratas al poder, su perfil progresista abría nuevas esperanzas en diferentes polvorines del planeta como Oriente Medio, Iraq o Afganistán y representaba algunos de los valores que el mundo parecía haber perdido. Una parte de eso sigue existiendo, pero la dura campaña de los republicanos desde el primer día y la crisis económica son hoy por hoy adversarios en su reelección. ¿Tanto como para asegurar que hay partido? El último sondeo publicado ayer por The Washington Post y la cadena de televisión ABC deja abierta la posibilidad. Hasta el extremo de que en sus duelos virtuales con los dos aspirantes republicanos, Mitt Romney, el que va en primer lugar en las primarias, lo derrotaría por un estrecho margen de 48% a 47%, y Rick Santorum perdería por sólo tres puntos. Es únicamente una encuesta y en los próximos meses veremos otras muy diferentes, ya que si en algún sitio se hacen estudios de opinión es en Estados Unidos. De todas maneras, habrá que estar atentos a la economía para ver hasta qué punto la reelección se le puede complicar más de la cuenta a Obama.
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