Culture and Negotiation

<--

En la instrumentación de proyectos binacionales de infraestructura en la frontera México- Estados Unidos, la cultura es un factor de vital importancia en los procesos de negociación que se presentan día con día.

La cultura la consideramos como un sistema de símbolos que se traducen en comportamientos que pueden funcionar como un puente para la comunicación o al contrario se puede convertir en un obstáculo en las interacciones interpersonales. Por otra parte, la influencia de la cultura difiere de persona a persona, tanto que dos individuos del mismo país, religión, clase socioeconómica, género y generación no comparten la misma constelación de comportamientos y aptitudes culturales.

Así, para llevar a cabo un proyecto de infraestructura binacional, como son los puentes internacionales vehiculares, peatonales o ferroviarios, es fundamental entender la cultura de los participantes de ambos lados de la frontera. Pero más que eso, analizar qué tipo de lentes se utilizan por quienes residen en la zona para ver las cosas, entendiendo los lentes como el enfoque de cada uno de ellos. Lo anterior, nos da un sentido común de la problemática y de cómo debemos aproximarnos a la solución de conflictos. Ante lo mencionado, para que los proyectos de infraestructura binacional puedan tener un final feliz, es necesario utilizar técnicas de diálogo que contribuyan al desarrollo positivo de una relación a largo plazo de todos los participantes.

En la frontera México- Estados Unidos tenemos dos formas diferentes de comportamiento en los procesos de negociación: La monocrónica, que es una negociación lineal, secuencial e implica enfocarse en un asunto a la vez. Este enfoque es común en las culturas en Estados Unidos, Alemania, Suiza, Escandinavia y Japón; y la policrónica que implica que halla eventos sucediendo simultáneamente y mucha gente involucrada. El tiempo que se toma para completar una interacción es elástico y más importante que cualquier itinerario. Este enfoque es más común en culturas mediterráneas y latinas como Francia, Grecia, México, etc.

En el Proyecto Ferroviario Internacional Brownsville- Matamoros se tiene un grupo técnico de trabajo que ha sesionado en 49 ocasiones desde 2005 a la fecha, en donde se le da seguimiento a los avances del proyecto y en el que se cuenta con participantes de ambos lados de la frontera. Ahí se llevan a cabo las sesiones con comienzos y fines establecidos, como en las culturas monocrónicas. Sin embargo, se tiene participantes provenientes del tipo policrónico, en donde los tiempos de las reuniones son más flexibles. Lo que se hace, para que las reuniones puedan resultar, es que se inicia exactamente a la hora señalada y quien llegue tarde se va incorporando y se van parafraseando los acuerdos para actualizar a quienes no lleguen a la hora, así combinamos las dos costumbres, de esta forma se evita que la impuntualidad sea vista como una falta de respeto. Por otro lado, se considera un asunto a la vez de una agenda prestablecida, como se hace en las monocrónicas, pero se llevan a cabo conversaciones amistosas como es el caso de las policrónicas. Finalmente se registran los acuerdos para que ambas partes sepan qué compromisos adquirieron y se les da seguimiento.

La reflexión es que si no entendemos estas diferencias culturales, difícilmente podremos llegar a acuerdos en los procesos de negociación para llevar adelante proyectos de infraestructura en la frontera México- Estados Unidos

About this publication