Drug Legalization

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Pocas veces ha existido la oportunidad para discutir propuestas referidas a la legalización del uso de la droga, nada menos que con la presencia de los líderes de los países más afectados por la producción, comercialización y consumo de estupefacientes, en particular de la cocaína. Me refiero a la Cumbre que este fin de semana reunirá a los mandatarios de las Américas en Cartagena, Colombia.

El propio presidente del país anfitrión, Juan Manuel Santos, es uno de los más entusiastas en colocar en el centro del debate el tema de la legalización del consumo de la droga. Allí aflorarán no sólo diferentes enfoques, sino sobre todo diferentes realidades, ya que estarán los jefes de Estado en cuyos países se produce la coca y la cocaína, como es el caso de Bolivia, Perú y la propia Colombia. Estarán además los dignatarios de países que sufren los efectos del tráfico de la droga, encabezados por México, Brasil, Honduras y otros países centroamericanos, en los cuales los cárteles vienen provocando la muerte de miles de hombres, mujeres y niños. Pero además estará presente el Presidente de EEUU, el país consumidor más grande de la región.

Es el escenario perfecto para hacer una evaluación de los resultados que hasta hoy se vienen mostrando, como consecuencia de la implementación de diferentes estrategias de lucha contra el narcotráfico en los países de la región. Si hay objetividad en la discusión, necesariamente habrá que analizar qué han hecho los EEUU por reducir la demanda del uso de la droga, y no sólo apuntar como el mayor causante del consumo a la producción de la hoja de coca.

Entonces saldrá a relucir lo que no se quiere escuchar: si los EEUU son consecuentes con la filosofía de la economía de mercado, tendrán que aceptar que, mientras exista la presión de la demanda, habrá presión para incrementar la oferta. Y si hablamos de la magnitud que representa el negocio del narcotráfico, veremos que son pocas las posibilidades de hacerle frente, pretendiendo reducir la oferta por la vía de la fuerza.

Son décadas que ya transcurren sin que veamos resultados tangibles. Cada vez son más los países involucrados en el negocio, donde se han generado niveles de violencia que no se conocían en el pasado. Por ello, resulta oportuno discutir propuestas como la de legalizar el uso de la droga, que no se han querido afrontar, sea por falta de coraje o de voluntad política.

Hoy, la Cumbre de las Américas se presenta como el escenario más apropiado para colocar el tema sobre el tapete, pues como nunca antes existen insumos que pueden alimentar una objetiva y rica discusión, como son las propuestas de diferentes personalidades de reconocido prestigio internacional, como las de los expresidentes del Brasil FH Cardozo y Luis Ignacio Lula da Silva; de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de México, Felipe Calderón, amen de otras personalidades de Europa y el mundo.

Por ello, la ocasión para tratar tan polémico tema en esta Cumbre de las Américas no puede ser desaprovechada.

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