Mentiras que Obama quiera cambiar su estilo de relación con América y el Caribe.
Mentira que hubo Cumbre, fue un ajuste de cuentas y emboscada contra la dignidad de nuestros países y aquellos que se arrodillan como en capillas que los deshonran.
Mentira que se discutió nada propuesto por nuestros países, todo fue impuesto por Estados Unidos, hasta los menús y bebidas servida y guayabera usada.
Mentira no reconocer lo que decía Hannah Arendt que la política es el lugar privilegiado de la mentira, si gringa, mayor, no se aceptó analizar el tema de la droga bajo nuestro enfoque, sino él del país que mas consume droga en el mundo.
Mentira sobre la dimensión de verdad y la tan mentada democracia no hubo documento final cuando todos votaron por invitar a Cuba a la próxima reunión y Obama los vetó y calló vulgarmente de un zarpazo
Mentira que propugnen nuestra integración cuando la condicionan a un TLC que ellos imponen y nadie discute y todos aceptan o aceptan.
Mentira como paradigma resulta el mejor instrumento para analizar y entender el discurso político de Estados Unidos en esta Cumbre.
Mentiroso era según Platón quien es capaz de mentir. Para Aristóteles es alguien violentamente decide ejercerla: “no se discute el tema de las Malvinas…. punto y silencio”.
Mentiras para reconocer el testimonio histórico que demuestra el fracaso intencional sobre treinta años de fracaso con las estrategias violentas para atacar el manejo de la droga, problema social y medico tratado por esbirros.
Mentira que alcanzó en Cartagena una especie de absoluto estatus e incontrolable vocación en lenguaje y fraseología vacía de las Cumbres: Pej. “Obama quiere olvidar el lenguaje del pasado”.
Mentira que se impone al juicio de los testigos, de los historiadores, de los diplomáticos, para producir una perversión y para ocultar que la única verdad es la máquina política del veto de Obama.
Mentira se hizo reina y señora de la Cumbre al cuadricular la infamia que permite a Obama decir deliberadamente algo distinto de lo que realmente sabe, Pej. que su bloqueo de Cuba no ha logrado en cuarenta años nada y es solo postigo para confundir al escucha.
Mentira propia del diplomático de besamanos y contrario por ejemplo del animal, que según Lacan, no miente, puede usar de ardides, jugarretas, pero no puede mentir. Sólo puede mentir alguien que habla y promete la verdad y luego se niega a reconocer ni siquiera discutir el tema de la Malvinas o el Presidente Santos que al inaugurar la Cumbre prometió hablar de Cuba y Obama lo vetó.
Mentira quien no reconoce ni siquiera que se miente a si mismo cuando miente, Pej. Santos al emitir con ocasión de la Cumbre y para halagar al Obama una infame Ley Lleras 2.0 que impone censura, veto y cárcel a quien copie contenido de un MP3 o un realice un retuit en su vergatario. Y cuyo, articulo inicial dice: “Artículo 1: Se elimina del léxico de Internet la palabra Gratis”, dramático Editorial del 12 de abril del Espectador de Bogotá.
Para la historia de la infamia quedarán los comunicados de Obama, la ausencia de una declaración política final, un letárgico estudio que se pondrá en marcha por la OEA en materia de drogas, los deslices de los agentes del Servicio Secreto con prostitutas en la ciudad; las calles cerradas del centro, el Juan Valdez que desplazó a los vendedores ambulantes de la Torre del Reloj, la ausencia de Hugo Chávez y Rafael Correa; la patada futbolística al final del partido de Evo Morales; la ingenuidad – ¿ quien sabe¿- mezclada con buenas intenciones de la gente de Turbaco que quería regalarle un burro a Obama; y la burda maniobra final y su resolución con censura a los medios y negación de los países del Alba a firmarla ante la exclusión de Cuba, mas la ratificación de que en fin de cuentas todo es asunto ideológico no económico resuelto con migajas.
Mentira flagrante lo que refleja la FOTO FINAL de los presidentes de la Cumbre, imagen trucada, manipulada o, simplemente, reencuadrada, seleccionada, filtrada, alterada no por maquinas, sino por nuestra conciencia, que NO se equivoca y sabe lo que esta mirando.. y……sonríe….. con lo que oculta el papel periódico.
Well, Venezuelans do have a lot to be angry about. As for Cuba, if that country had something that the US wanted — like oil — you’d see its now meaningless 40-year grudge fall away like dust.