From the Blog, “A Quick ‘I Love You’”

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Todo sobre el teléfono rojo: El 20 de junio de 1963 se estableció una línea directa, popularmente conocida como teléfono rojo, entre la Casa Blanca y el Kremlin. El invento vino propiciado por el hecho de que durante la Crisis de los Misiles de Cuba a principios de 1962, se tardaran casi 12 horas en recibir y decodificar mensajes vitales entre soviéticos y norteamericanos, lo cual estuvo a punto de conducir a ambos países al desastre nuclear total. Sin embargo, el teléfono rojo no era un teléfono individual ni era de ese color, era todo un sistema de teletipos que empleaban un cifrado para comunicarse directamente. Las claves se enviaban por valija diplomática.

En plena guerra fría, el proverbial teléfono alcanzó ribetes de leyenda, mientras que el cine y la televisión terminaron por consagrarlo. Adicionalmente, la añeja serie televisiva de Batman de 1966, le dio el último empuje de realismo que necesitaba, con el teléfono rojo que enlazaba la mansión del señor Wayne con la oficina del comisario Gordon.

Si eso ocurría en la fantasía, decía la gente, claro que estaba ocurriendo en la realidad. Unos aseguraban que el aparato estaba bajo una campana de vidrio y que con sólo levantar el auricular, el presidente escucharía la voz de su colega ruso. La prensa se encargó de crear estas leyendas. El vox populi nunca dijo si el teléfono rojo alguna vez fue usado en tardes de aburrimiento, sólo para una conversación afable entre los presidentes de los dos países.

Piénselo: si hubiera existido un teléfono rojo, imagínese que en plena crisis sonara ocupado… Ironías aparte, el único detalle de una guerra nuclear es que el que ataca primero no le garantiza que ganará la guerra, solo asegura una muerte masiva, un genocidio, el primero de la civilización (y el último). Hasta ahora han sido lanzadas 2 bombas sobre civiles, 140 más en pruebas en lugares remotos y secretos, y unas 60 mil, muy mal contadas, están almacenadas, haciéndose viejas y aumentado los riesgos de un estallido accidental.

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