The State of Europe’s Military Neglect

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En la operación aérea de la guerra de Kosovo, en 1999, los cazabombarderos de la OTAN realizaron 800 salidas diarias. Contra Libia, el año pasado, 250. Y EE UU tuvo que poner no sólo sus capacidades de información, sino hasta una parte del carburante gastado por los europeos, según se ha sabido después. Fue otra guerra de la OTAN, pero menos, con EE UU “liderando desde atrás”, aunque no tanto como pretendió.

El secretario general de la OTAN, Paul Rasmussen, declaraba recientemente que en la Guerra Fría los europeos representaban una tercera parte de los gastos en defensa de los países de la OTAN, y ahora sólo un 20%. Evidentemente el fin de la Guerra Fría contó en esta reducción. Pero ahora es sobre todo la crisis, y los recortes presupuestarios a los que ésta obliga. Con consecuencias operativas y geopolíticas. Dinamarca ha decidido deshacerse de sus submarinos. Y en España la situación no deja de ser preocupante con menos horas de vuelos de entrenamiento para ahorrar combustible (con lo que los aviones podrían perder operatividad), o la desconexión del portaviones Príncipe de Asturias. Los británicos también están parando sus poraaeronaves.

Es verdad que las necesidades de defensa de Europa han cambiado, pero ladefensa inteligente (smart defence) no va a resolver todo a menor precio. Y, mientras, lo que gasta (1,7% del PIB, según Jane’s, frente a 5,4% de EE UU) ni siquiera tiene una productividad suficiente.Nunca han tenido los europeos tantas tropas desplegadas en el exterior en diversas misiones (entre 55.000 y 79.000 según los años), pero pese a tener un número equivalente de soldados, la capacidad de despliegue de los europeos es una fracción de la de EE UU.

Europa corre el riesgo de caer en la irrelevancia estratégica, mucho menos útil para Washington, e incluso para sí. “EE UU está encontrando a Europa cada vez menos relevante para sus necesidades de defensa”, señala un editorial delFinancial Times (surrayar). EE UU ha anunciado la retirada de dos brigadas de combate de Alemania, con lo que las tropas norteamericanas en Europa se reducen a 30.000 (frente a 280.000 en lo más alto de la Guerra Fría). Obama le está dando otra visión, hacia el Pacífico, a las prioridades estratégicas de EE UU, con China como primer factor, y Europa corre el riesgo de limitarse a ser una mera plataforma logística, base avanzada para la proyección militar de EE UU hacia Oriente Medio y Asia Central, lo que incluye la defensa antimisiles, y África.

La política europea de defensa no progresa. La alta representante, Catherine Ashton, como buena británica, ha paralizado algunos de los avances que había puesto en marcha Solana. Si ha habido algún progreso, por ejemplo con los Grupos de Combate (de.1500 soldados cada uno), aunque el que mejor funciona es el nórdico. Y (también en la OTAN) con algunos programas de armamentos, aunque sigue predominando la defensa de los intereses industriales nacionales. Insuficiente.

La OTAN, como demuestra su cumbre en Chicago, seguirá. Superará su fracaso en Afganistán. Es la única alianza militar integrada (entre 28 Estados) que existe, y como se ha visto en Afganistán o Libia, no es sólo occidental, aunque lo es, pero aspira a ser un hub para otro tipo de aliados, aunque le falta resolver sus relaciones con Rusia. Y eventualmente con China.

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