Homophobia

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Obama, que ha sido señalado como el primer presidente gay de los Estados Unidos, no porque tenga relaciones homosexuales sino por su sorprendente declaración de estar de acuerdo con los matrimonios entre personas del mismo sexo, estima que ningún miembro de la república democrática puede ser objeto de exclusión o discriminación por razones de raza, género, nacionalidad, clase social o preferencias sexuales.

Prestando valiosos servicios a su país en puestos de alto riesgo personal en la armada o en cargos de muy alta responsabilidad científica y técnica en el gobierno, o desempeñándose en el arte, la literatura, la educación y el deporte con particular brillantez, hay en los Estados Unidos millones de ciudadanos y ciudadanas homosexuales a quienes su sociedad no les brinda el aprecio o el respeto a que tienen derecho, dice Obama, y les obliga a ocultarse (permanecer en el clóset, se dice ahora) por temor a ser rechazados, objeto de chanzas groseras o incluso agredidos.

A raíz del debate provocado por la declaración del presidente Obama, y las respuestas furibundas de ciertas iglesias y grupos sociales y políticos fundamentalistas, he estado revisando el enfoque sociológico a esta cuestión; lo primero que he buscado es la explicación al neologismo homofobia en un texto que ha sido de cabecera de muchos profesores en los Estados Unidos y Latinoamérica (Macionis y Plummer, 2005): es un sentimiento de miedo a los homosexuales con la consiguiente actitud de desprecio hacia los miembros de esta comunidad.

El mismo texto informa que Amnistía Internacional anuncia que actualmente existen más de 70 países con “leyes que criminalizan actos homosexuales, y que algunos de estos países, incluyendo Afganistán, Arabia Saudita y Chechenia, aplican la pena de muerte por el delito de homosexualidad”.

Creo que de mi generación no hay nadie que no se haya divertido con chistes y bromas de homosexuales, esta conducta y otras abiertamente censurables como algunos anuncios y programas de radio y televisión que aún se atreven a caer en esta tontería, fue producto de una sociedad que ya agoniza, donde la heterosexualidad se consideraba fundamental para afianzar la moral y el poder del macho.

Muchos conciudadanos han sido asesinados en Honduras o golpeados y abusados bárbaramente por solo el hecho de ser gais; la homofobia y su derivación de burla, persecuciones y agresiones físicas es considerada como una violación a los derechos humanos.

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