Edited by Janie Boschma
El Presidente Barack Obama ya inició su campaña para la reelección a un segundo período presidencial. Coincidencialmente acaba de obtener dos triunfos que pueden incidir en su aspiración. La Corte Suprema de Justicia falló en dos casos que benefician a los norteamericanos y por ende al mandatario. Uno, el fallo favorable a la Ley sobre la Salud; el otro tiene que ver con el rechazo parcial a la Ley de la gobernadora Jan Brewer, del estado de Arizona, contra los inmigrantes.
El fallo favorable a la Ley sobre la Salud que Obama presentó en 2010, en el Congreso, es un importante jalón en su campaña política. El fallecido senador demócrata Edward Kennedy fue su impulsor en el Senado y logró que fuese votada favorablemente. La ley permite una mayor y mejor cobertura en salud para más de cuarenta millones de norteamericanos que estaban desprotegidos y para los menores de 26 años que también serán cobijados por la norma.
Los beneficiados ahora pueden acceder a la cobertura y adquirir un seguro sin el problema inhibitorio de las enfermedades preexistentes. La Ley de otro lado incrementará una mejor atención a los pacientes y ocasionará el abaratamiento de la atención en salud.
Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, habitualmente en sus comentarios se refiere a los problemas de salud en los Estados Unidos, entre otros, al de los medicamentos de alto costo. Aun cuando la Ley de Salud no se refiere específicamente al renglón de los medicamentos, de seguro, que por analogía tendrá repercusión sobre ese aspecto.
Stiglitz ha formulado observaciones que también son aplicables a nivel global, él glosa el alto costo de los medicamentos afirmando que se podrían producir a gran escala y así los precios bajarían. No obstante los fabricantes prefieren, en una decisión mezquina, que sean elaborados a alto costo. Incuria más notable con aquellos medicamentos utilizados para las enfermedades catastróficas: los enfermos con cáncer o de sida, a quienes les es difícil acceder a ellos por su precio. Es la prevalencia del mercado contra la protección de la salud. La Organización Mundial de la Salud lucha permanentemente contra esa infame e insolidaria conducta enfrentándose a las multinacionales farmacéuticas y su “lobby” bien oxigenado.
El otro aspecto que favorece al mandatario Obama es el fracaso parcial de la Ley anti inmigración de la gobernadora Brewer, de Arizona. La Corte Suprema de Justicia, en una decisión histórica de cinco a cuatro, con la votación entre los cinco magistrados del Presidente de la Corte, el conservador John Roberts, se pronunció contra la ley. Las encuestas revelan que un porcentaje mayor al 65 por ciento de los ciudadanos de ese país está de acuerdo con el fallo. La decisión le conviene a los emigrantes y por el valor agregado al presidente Obama e inclusive a la economía norteamericana, en razón a que la falta de trabajadores, precisamente de aquellos que emigran a los Estados Unidos, en pos del llamado “sueño americano” afecta a la economía.
El nuevo período de Obama dependerá, indudablemente, del efecto político de ambas leyes.
*Ex Director de El Universal. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia.
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