Romney Proposes Energy Plan with Mexico

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En un intento por reactivar el debate sobre el empleo y la economía y alejarse de los problemas de imagen que enfrenta su campaña, el aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, reveló ayer su plan para alcanzar la independencia energética en 2020 con la colaboración de México y Canadá, que generaría, dijo, hasta 3 millones de puestos de trabajo e ingresos superiores al billón de dólares en los próximos 8 años.

“Este no es un objetivo inalcanzable”, aseguró Romney al defender su visión energética de futuro. “Tengo una visión de un Estados Unidos como superpotencia energética, mediante el rápido aumento de nuestra propia producción y el fortalecimiento de nuestra asociación con nuestros aliados de Canadá y México para alcanzar la independencia energética en este continente”, dijo Romney en un acto de campaña en la localidad de Hobbs, Nuevo México.

“Con la llegada de un nuevo gobierno en México esperamos colaborar estrechamente para transferir tecnología y conocimiento técnico y así aumentar la producción allí”, añadió el aspirante republicano, en alusión a la vuelta al poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a México, tras la reciente victoria presidencial de Enrique Peña Nieto, y en un evidente guiño al electorado de origen hispano que será crucial en el estado de Nuevo México.

Analistas y expertos consultados coincidieron en señalar que el gobierno de México tendría que actuar con cautela frente a esta propuesta de Romney y decidir en función de sus propios intereses económicos y soberanos. “El concepto de un plan energético de América del Norte no es nuevo, dado que existen ciertas complementariedades entre los tres países. Pero dicho plan tendría que alinearse con los intereses propios y soberanos tanto de México como de Canadá”, consideró Armand Peschard Svedrup, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).

“Es positivo que Romney piense en la mejor forma para estrechar la relación con Canadá y México y el tema energético podría ser un elemento”, dijo a su vez Andrew Selee, director del Instituto de México del Woodrow Wilson Center. Insistió en que antes de tomar una decisión, “conviene ver qué políticas se deciden seguir en cada país en esta materia”.

La propuesta de Romney —quien de acuerdo con un nuevo sondeo de la Universidad de Quinnipiac está empatado con Obama en intención de voto en los estados de Florida y Wisconsin— para aumentar gradualmente la explotación de yacimientos frente a las costas y al interior de Estados Unidos, fue inmediatamente descalificada por la campaña demócrata, que la consideró una “marcha hacia atrás” y un evidente plan “para beneficiar los bolsillos de las compañías” petroleras.

“Romney quiere seguir dando miles de millones de dólares en subsidios fiscales a las empresas petroleras y de gas, e irresponsablemente abrir nuevas áreas a la extracción, mientras le da la espalda a nuestra creciente eficiencia energética y al desarrollo de fuentes energéticas sustentables domésticas”, consideró Gabriela Domenzain, portavoz de la campaña de Obama.

“Esta no es una receta para la independencia energética ya que sólo garantizaría el crecimiento de las ganancias de las grandes petroleras mientras cedemos el sector de energía sustentable, que sostiene empleos en estados como Michigan, Ohio y Iowa, a países como China”, añadió.

La piedra angular del plan de Romney es abrir más áreas para la extracción de petróleo en alta mar, incluso en aguas del Atlántico, donde actualmente está prohibido. También quiere dar a los estados la facultad de establecer todas las formas de producción de energía, un cambio significativo en la política actual, que podría enfrentar una fuerte oposición en el Congreso.

Romney se mostró dispuesto a aprovechar los importantes yacimientos petroleros de arenas bituminosas en Canadá y prometió dar luz verde a la ampliación del oleoducto Keystone —el llamado Keystone XL—, proyecto actualmente parado por la administración de Obama por cuestiones medioambientales.

Otro elemento clave en la propuesta de Mitt Romney es el relacionado con los más de 4 mil millones de dólares en subsidios que actualmente recibe la industria petrolera y que la administración Obama se ha propuesto cortar para invertirlos en fuentes de energía alternativa más limpia y sustentable.

Finalmente, Romney insistió en la necesidad de revisar las alianzas de Estados Unidos en materia de colaboración energética: “Nos aseguraremos de que no tengamos que comprar petróleo a países que quizá no sean nuestros mejores amigos (…) A quienes no queremos: en Medio Oriente y Venezuela”, dijo.

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