Obama vs. Romney and Their Vice Presidential Candidates

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Hace cuatro años publiqué una serie de artículos sobre las elecciones en Estados Unidos. El cliché: “Si las elecciones fueran hoy, ganaría Obama”. Ahora no puede decirse lo mismo. Las encuestas no dan un puntero. Si Obama pierde en noviembre los electores lo habrán castigado: nada de lo prometido cumplió, la economía no avanza y la esperanza resultó inútil. Obama podría ser el PAN mexicano.

No porque Romney sea un gran candidato. Todo lo contrario. Da traspiés por donde pasa. En su visita a Inglaterra criticó la organización de los Juegos Olímpicos. Declaró que debería haber preocupación por tantas fallas. A los ingleses no les gusta que los critiquen y menos los estadunidenses. La respuesta de David Cameron, el primer ministro inglés no se hizo esperar: “Llevamos unos juegos olímpicos en una de las ciudades más intensas, activas y movidas del mundo. No es lo mismo organizar unos juegos en Londres que en medio de la nada”. Clara referencia a los Juegos Olímpicos de invierno que en Salt Lake City Romney dirigió en 2002.

Romney se tragó sus palabras. Después del regaño de Cameron, Romney recapacitó. Londres está listo. Como a Obama no le ha ido bien con Israel, visitó ese país para ganar la simpatía de la comunidad judía estadunidense. Romney, viejo amigo de Benjamin Netyanhau, el primer ministro israelí (trabajaron juntos en un grupo consultor en 1970), se dedicó a difundir las ideas israelitas más conservadoras: amenazar a Irán con algo más que sanciones y diplomacia, y otro dislate: considerar a Jerusalén la capital de Israel —lo que no acepta la comunidad internacional, incluido Estados Unidos—.

Como las encuestas no favorecen a ninguno, los candidatos han chocado en sus ataques. Romney le dice al público en un tono histriónico que se necesita alguien que crea en América. Obama es ajeno y es extraña su política. Obama decidió entrar a la guerra sucia. Sabe que es difícil contrarrestar la crítica republicana de que su cuatrienio ha sido un fracaso económico. Por ello la estrategia de atacar personalmente a Romney, por rico, alejado de los problemas reales de la gente y por hacerle trampas al fisco. El mismo Presidente aparece (como lo prevé la ley federal) aprobando el mensaje en que Romney canta “America the Beautiful” y el texto del mensaje muestra que a pesar de tanto amor nacionalista, Romney tiene su fortuna en los paraísos fiscales de las Islas Caimán y favorece que sus empresas utilicen mano de obra mexicana y china.

Ambos se han cuidado de no entrar en cuestiones más sensibles como la raza de Obama o la religión (mormona) de Romney. No obstante, Obama muestra la declaración de su contrincante en que declaró 43 millones de ingreso y solamente pagó 15 por ciento. Utiliza todas las triquiñuelas del librito fiscal para evadir impuestos.

Pronto vendrán los debates entre ambos y las aguas empezarán a aclararse. El primero será en Denver, la ciudad que presenció el ataque al público que presenciaba la película de Batman que dejó una secuela de muerte y horror. El tema obligado será el de las armas. Obama no cumplió sus promesas de campaña de limitar su venta y reglamentar su uso. No atendió las súplicas de México cuando el presidente Calderón planteó en el Congreso: “si ustedes no regulan adecuadamente la venta de estas armas, nada garantiza que los criminales aquí en Estados Unidos, con acceso a estas mismas armas poderosas, no decidirán a su vez a apuntarlas a las autoridades y ciudadanos estadunidenses.”

Obama hace buenos discursos y sale del paso, pero no ha impulsado un cambio en la política de posesión y uso de armas. Romney, sabedor del efecto que pueden tener entre los electores las medidas de control de armas, señaló que el control a través de la regulación no sirve. “Hay que cambiar el corazón del pueblo” en lugar de hacer más leyes. Obama también se ha puesto sentimental en estos días y mandó un mail masivo a sus seguidores con el que anuncia su cumpleaños 51. “Puede ser que sea el último que celebre como Presidente de Estados Unidos, pero eso depende de ustedes”.

No sé qué tan efectivos electoralmente sean estos mensajes, pero por lo pronto las cosas no están claras para Obama como hace cuatro años. A cada candidato le hace falta que las asambleas de sus partidos decidan las fórmulas que contendrán en noviembre. ¿Quiénes serán los candidatos a la vicepresidencia? El vicepresidente de George Bush, Dick Cheney, declaró que McCain perdió frente a Obama por escoger a la señora Sarah Palin… Todo indica que Joe Biden acompañará a Obama en estas elecciones. El vicepresidente puede ser la diferencia, pero eso veremos la semana próxima.

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