Terminan las convenciones de los dos partidos políticos estadounidenses, oficializando las candidaturas previstas. En la republicana, el discurso de alguien que pertenece a la minoría afro (14% del país) como Condolezza Rice ha tenido gran impacto, como en la demócrata lo ha tenido el del Alcalde de San Antonio Julián Castro, de la minoría hispana (15% de los estadounidenses)
Los demócratas se vieron obligados a reinsertar a Dios en su plataforma partidaria , dado el costo político que implicaba excluirlo.
Ello lleva a recordar que por primera vez en la historia del país, los dos candidatos a la Vicepresidencia, Paul Ryan por los republicanos y Joe Biden por los demócratas, son católicos, religión a la cual pertencen sólo uno cada cuatro estadounidenses.
Este dato se potencia, al advertir que el candidato a la presidencia de los demócratas, el actual Presidente Barack Obama es de la minoría afro y el de los republicanos, Mitt Romney , pertenece al culto mormón, que no integra las religiones protestantes. Es la primera vez en la historia que alguien de este culto es candidato a la presidencia.
El dato realmente significativo, entonces, es que ninguno de los integrantes de las dos fórmulas proviene de esta mitad de los estadounidenses comúnmente denominada Wasp (blancos, anglo-sajones y protestantes), que tradicionalmente ha manejado el poder político y económico en el país.
Basta recordar que en dos siglos y medio de existencia del país, sólo dos de los cuarenta y cinco presidentes no han provenido de esta mayoría: Kennedy y Obama . El primero ha sido el único no protestante y el segundo el primero no blanco.
Esta situación realmente excepcional, se da en momentos que el líder de la mayoría demócrata en el Senado, el senador Harry Reid, también pertenece al culto mormón como Romney, y el líder de la bancada republicana en la Cámara de Representantes, John Boehmer, es católico como los dos candidatos a la vicepresidencia.
Es decir que la conducción de las dos cámaras del parlamento, también están en manos de legisladores que no son del 51,3% de los estadounidenses que son Wasp.
Dos semanas atrás, visitó la Argentina Sonia Sotomayor, una destacada jurista estadounidense de origen hispano y de religión católica. Es una de los dos miembros de la Suprema Corte del país que han sido designados durante la presidencia de Obama. La otra también es mujer, Elena Kagan, de fe judía.
Parecería en consecuencia que la tendencia ideológica progresista del presidente lo habría llevado a elegir a dos mujeres que no son Wasp, para introducir un criterio de apertura social en términos de minorías y religión en la Suprema Corte.
Pero no es así, porque el máximo tribunal de los EE.UU., compuesto por nueve miembros, queda ahora integrado por seis católicos y tres judíos. Nuevamente como lo muestra la integración de las dos fórmulas presidenciales que acaban de consagrarse y el liderazgo de las dos cámaras del poder legislativo, no hay ningún Wasp en la cúpula del Poder Judicial.
Que en la cabeza de los tres poderes del estado, que en este análisis alcanza a quince personas, no haya ninguna proveniente de la categoría denominada Wasp, está mostrando a dos meses de las elecciones de los EE.UU., que en el país se está produciendo un cambio social muy acelerado, mas rápido e intenso que en la ideología y la economía y la política lo está manifestando..
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