Europe Supplies the Weapons, the United States the Dead

Victoria Denholm

 

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Europa pone las armas, Estados Unidos los muertos

Por: José Ignacio Torreblanca | 12 de septiembre de 2012

Estamos acostumbrados a manejar con toda la naturalidad la dicotomía entre una Europa pacífica y un Estados Unidos belicoso. Y no andamos muy errados pues EEUU no sólo suma el 50% del gasto mundial en armamento sino que, como sabemos, la pasión de los estadounidenses por las armas es tan intensa que su país tiene la mayor tasa de propiedad de armas de fuego por habitante del mundo: 88,8 por cada 100 habitantes. ¿Saben cuál es el siguiente país en la lista? Yemen, con 54,8. Luego siguen Suiza (45,7) y Finlandia (45,3). Después de ellos no hay ningún otro país que pase de 40 armas de fuego por cada diez personas así que el resultado es simétrico: EEUU también tiene el 50% de las armas cortas que hay en el mundo.

Armas para afuera, armas para adentro. ¿El resultado de que los ciudadanos tengan, según las fuentes, entre 260 y 300 millones de armas a su disposición? Que los muertos por armas de fuego en EEUU, unas 57.000 personas al año, son ocho veces superiores a las registradas en países europeos. Pero tan sorprendente resultan estos datos como el hecho, generalmente desconocido, de que un gran número de las armas cortas que se venden en Estados Unidos son europeas. Según los datos que facilita el Informe Semanal de Política Exterior número 806, una fuente imprescindible, del que extraigo estos datos, los países miembros de la UE vendieron en 2010 nada menos que un millón de armas cortas a EEUU. De entre ellos destacan, adivinen, Austria y Alemania, que fabrican una pistolas (Glock, Walther y Sig Sauer) que parecen tener fascinados a los americanos.

Nos quejamos de la “Marca España” y lo difícil que es promocionarla, pero la “Marca Austria” da que pensar. Resulta que, además de adorar a Arnold Scharwzenagger (otro austríaco), los americanos adoran las pistolas Glock, de origen austríaco. Curiosamente, las pistolas Glock se ha convertido por igual en un icono para policías, criminales y desequilibrados hasta el punto de que un buen número de las matanzas más significadas que han tenido lugar en los últimos años se han llevado a cabo con una Glock: Aurora, 20 muertos en 2012; Tucson, seis muertos en 2012; Virginia, 32 muertos en 2007; Honolulu, 7 muertos en 1999…).

El reciente libro de Paul Barret sobre Gaston Glock y sus pistolas (Glock: The rise of America’s gun) ha puesto de relieve algo que pocos conocían: que un ingeniero austríaco nacido en 1929 ha logrado que el 80% de los fuerzas de seguridad y cuerpos policiales de EEUU adopten su pistola, desbancando el clásico revólver del 38 de Smith & Wesson. ¿Su secreto? Un polímero (plástico) reforzado que logra una pistola muy ligera y fácil de usar y una mecánica infalible que permite disparar diecisiete balas de forma rápida y segura, frente a las cinco del revólver tradicional de Smith & Wesson. En un país donde criminales y traficantes están armados hasta los dientes, la rapidez y ligereza de las pistolas Glock las ha convertido en indispensables para la policía.

¿Lo mejor? La historia de propio Gastón Glock, uno de los 25 hombres más ricos de Austria. En 1999, un socio de Glock, Charles Ewert, que había desviado cuantiosas sumas de dinero de la empresa, contrató a un mercenario francés, Jacques Pecheur, para asesinarle. El intento resultó fallido, Glock sobrevivio y el mercenario y Ewert acabaron en la cárcel. Curiosamente, para matar a Glock, Pecheurt no eligió una pistola sino una maza con la asestó siete golpes a Glock, pero este se pudo defender arrebatando la maza y poniendo en fuga al asesino. La razón por la que Pecheur eligió una maza en lugar de un Glock es desconocida. ¿Quizá se debía a que el intento de asesinato tuvo lugar en Luxemburgo, donde no es tan fácil comprar pistolas Glock? Lo desconocemos.

Lo que sí sabemos es que Glock envía todos los años a EEUU cerca de 250.000 pistolas. Las pistolas se fabrican por 75$ y se venden por 300-500$, dependiendo el modelo, así que el negocio es redondo. Así pues, Europa pone las armas y EEUU el dinero y los muertos. Para que digan que los europeos son unos pardillos: mientras en Estados Unidos se matan nosotros investigamos cómo hacer pistolas más ligeras y más rápidas.

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