The US Embargo Against Cuba: A Mockery of International Law

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El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla acaba de presentar en La

Habana el informe de Cuba a la Asamblea General de la ONU

correspondiente al período 2011-2012 acerca del bloqueo de EE.UU. a

la isla.

En medio de los grandes problemas que hoy afronta la comunidad

internacional, la Asamblea General de Naciones Unidas debatirá dentro

de algunas semanas el Informe de Cuba sobre los impactos del bloqueo

estadounidense correspondiente a este año 2012, que recientemente

presentara a la prensa nacional y extranjera en La Habana el canciller

Bruno Rodríguez Parrilla.

El documento de 39 páginas recoge una síntesis de esa injusta, ilegal

y criminal guerra económica contra Cuba que por más de medio siglo

viene aplicando el gobierno de los Estados Unidos a esta isla mayor de

las Antillas, pasando por encima de todas las leyes y convenciones

internacionales y contra la voluntad aplastante de una súper mayoría

de miembros de la ONU.

La simple lectura de este informe, y la constatación de que se trata

de hechos incontrovertibles, fundamentados con cifras y testimonios

autorizados -sector por sector, organismo por organismo, institución

por institución- suscita una explosión de ira en cualquier persona con

sentido aunque sea mínimo de la justicia, y es que el bloqueo es el

abuso de una nación gigantesca contra otra muy pequeña, basado en el

simple argumento de la fuerza.

Pero el bloqueo es, además, una burla al derecho internacional, que

clasifica como genocidio contra todo un pueblo, en el afán enfermizo

de Washington de rendirlo por hambre y provocar el cambio del régimen

actual por otro a la medida de los gustos y apetitos de la

superpotencia.

Sorprende constatar que la administración “demócrata” del

supuestamente comedido Barack Obama ha arreciado las medidas punitivas

del bloqueo, incluso por encima de los extremos ejercidos por su

predecesor ultraderechista W. Bush, al incrementar la persecución de

los negocios y transacciones financieras cubanas en los cuatro

confines del mundo.

En este sentido resulta francamente chocante la multa impuesta en

junio por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del

Departamento del Tesoro de USA al banco holandés ING, al que acusó de

realizar operaciones con Cuba y otros países, y que alcanzó la

astronómica cifra de 619 millones de dólares.

Tal proceder resulta indignante porque, en su prepotencia, ofende

además la inteligencia de las personas y suscita una serie de

interrogantes.

Una pregunta sería, por ejemplo: ¿por qué Holanda permite este

atropello contra una de sus instituciones financieras más

emblemáticas? ¿Por qué lo permite la Unión Europea, de la cual Países

Bajos es miembro? Por ese camino se puede llegar a cuestionar a

prácticamente todas las naciones integrantes de ese bloque, más

Canadá, México, Japón…

¿Qué fue de las llamadas “leyes antídoto”, que aprobaron o intentaron

aprobar algunos parlamentos hace algo más de una década, para proteger

a sus entidades de las medidas arbitrarias de los Estados Unidos

contra Cuba, que pudieran afectarlas?

¿Cómo es posible que naciones soberanas acepten el atropello y la

insolencia de que sus entidades sean perjudicadas por leyes y

disposiciones de un tercer país que las impone a los demás,

aplicándoles el principio de extraterritorialidad, inducido además por

una comunidad, la cubano-americana, que impulsó la aprobación de la

llamada Ley Helms-Burton en febrero de 1996?

¿No ocurre en la práctica que esos mafiosos extremistas de origen

cubanos estén legislando para Europa y el resto del mundo desde sus

cubiles en Miami?

En el documento presentado por Rodríguez Parrilla se expresa el

cálculo de los daños totales ocasionados a Cuba por el bloqueo, los

cuales ascienden a la astronómica suma de más de 108 000 millones de

dólares. Esa cifra supera en alrededor de cinco veces la deuda externa

de este archipiélago antillano y da idea de cuánto perjudica al país y

a sus habitantes.

Solo en el período comprendido entre abril del 2011 y abril del 2012

la economía isleña sufrió pérdidas por 3 550 millones de dólares,

número que, teniendo en cuenta el volumen del comercio exterior

cubano, equivale a más del 30 por ciento del total de sus ingresos por

exportaciones de bienes y servicios.

Ello, unido a la actual crisis económica mundial y a los altos precios

de los alimentos, se convierte en una barrera difícil de superar por

la economía del país que protagonizó la osadía de hacer la primera

revolución socialista en este continente, y que ahora emprende la

actualización de su modelo económico.

Entre tantas preguntas formuladas antes, aquí va otra para la cual sí

se conoce la respuesta: ¿cuál es la razón más profunda del bloqueo de

los Estados Unidos contra Cuba?

La verdadera y más profunda, ya que el bloqueo nunca podrá doblegar al

pueblo de Maceo y Martí, es la de impedir que el modelo cubano resulte

exitoso. Pero sin dudas, en las próximas semanas recibirán en la ONU

su derrota número 21.

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