Romney's Options

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REALIZADOS los tres debates televisados entre Obama y Romney, y cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, todo apunta a que los comicios del próximo 6 de noviembre van a ser más reñidos de lo que podía sospecharse a principios de octubre en Denver, cuando tuvo lugar el primer cara a cara. En estas tres semanas, Romney ha conseguido aparecer ante la opinión pública norteamericana como un candidato sólido, capaz de ofrecer respuestas a los problemas económicos y moderadamente centrista. Suficiente o no, se verá el día 6, pero Obama tiene motivos para estar preocupado. Las encuestas a menos de dos semanas arrojan un empate técnico entre demócratas y republicanos, aunque son muchos más los que creen que Obama continuará en la Casa Blanca. En buena medida se debe a que el presidente ha perdido una gran parte de su carisma entre importantes franjas de su electorado, pero en el bando republicano está muy instalada la idea de que la fuerza de atracción de Obama es superior. El tercer cara a cara de la pasada madrugada en Boca Ratón, muy centrado en la política exterior, constató el escaso peso europeo en la política internacional, que se reflejó en la ausencia de menciones al Viejo Continente durante el debate. Irán, Israel, China, Pakistán o Siria protagonizaron una parte importante de este, seguramente porque, excepto China, son zonas estratégicas desde el punto de vista de un conflicto militar. Pero las elecciones en Estados Unidos las acaban decidiendo siempre la economía y las perspectivas para salir de la crisis. Y ahí Obama ha tenido en los últimos tiempos más buenas que malas noticias.

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