Cuatro años más de Obama
El martes pasado, el actual presidente Barack Obama del partido demócrata venció a su oponente, el candidato republicano Mitt Romney, en las elecciones generales para la Presidencia de Estados Unidos de América.
Aunque Obama ganó las elecciones generales y mantuvo la mayoría en el Senado, los republicanos mantienen la mayoría del Congreso (casa de representantes) y por lo tanto podemos esperar que esta división de poderes implique negociaciones entre republicanos y demócratas para los retos más importantes que le esperan al nuevo presidente.
Obama tratará de seguir consolidando su proyecto “liberal” (no libertario) según lo entienden los americanos, es decir, más apoyo para gasto social, más hostilidad a las empresas creadoras de riqueza, especialmente las más ricas, más regulaciones y más impuestos directos con mayores tasas progresivas para lograr una supuesta mayor redistribución de la riqueza. Seguirá en políticas económica con sus asesores keynesianos y sospecho que el gasto público, endeudamiento y los déficits seguirán en aumento.
Si bien la economía americana ha tenido cierta recuperación y podríamos decir que aunque con timidez ha ido recobrando cierta vitalidad en algunos sectores todavía sigue anémica, las políticas fiscales y el exceso de regulaciones continúan frenando una total recuperación económica y el desempleo, aunque va reduciéndose, sigue más alto en términos porcentuales que antes de que Obama llegara a la Presidencia.
Por esto, el reto más grande que tiene Obama en esta segunda oportunidad es lograr una verdadera recuperación económica en Estados Unidos, lo cual podría contagiar al resto del mundo. Para ello, recordemos que cuando se aumentan los impuestos el crecimiento económico disminuye, se desacelera, que el exceso de regulaciones inhibe las iniciativas creadoras de riqueza y de nuevo frena el crecimiento económico y que el gasto excesivo del Gobierno causa déficit que debe ser cubierto con más deuda compitiendo por los escasos recursos con el sector privado, que es el que crea riqueza, para trasladarlo al Gobierno que la consume pero, además, incrementando la carga impositiva que en el futuro deberán pagar los ciudadanos americanos.
¿Podrán los republicanos hacer un contrapeso importante para dirigir sus baterías a modo de que los impuestos se reduzcan, el gasto se recorte y disminuya el déficit y la deuda? No lo sé. Más bien lo dudo porque tampoco los republicanos han tenido, recientemente, un historial favorable en este sentido. Era parte de la campaña de Romney y era la Fortaleza de su candidato a la Vicepresidencia, Paul Ryan.
En cuanto a la política exterior, pienso que no hay diferencia entre Republicanos y Demócratas. Las cosas siguen siendo iguales. No veo que Obama, premio Nobel de la Paz, por más promesas que hizo al inicio, sea capaz de cambiar la política externa y dejar de tener injerencia política en muchos países del exterior. Más bien, seguirá interviniendo afuera de casa de la misma manera que lo harían los republicanos en la medida en que vea amenazada la seguridad de Estados Unidos.
Tal vez lo que más me preocupa de Obama es ese continuo ataque tan hostil hacia los creadores de riqueza y su creencia en que el Gobierno puede crear empresas mejores (subsidiándolas) que las que surgen en libertad y sin privilegios. Es un ataque que va contra la intención de los fundadores de los Estados Unidos de América. Por ello establecieron una constitución para que el Gobierno Federal y los gobiernos estatales no se metieran en la vida de sus ciudadanos y que estos pudieran protegerse contra cualquier posible abuso de sus autoridades y así preservar su libertad.
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