The United States and Marijuana

<--

La legalización puede tener un gran impacto en México desde donde proviene más de la mitad de la marihuana.Estudios de costos de la producción local de marihuana en Estados Unidos muestran que los carteles mexicanos perderían tres cuartas partes del mercado enfrentados a una competencia abierta.

Los estados de Colorado y Washington, junto con reelegir a Barack Obama el 6 de noviembre, aprobaron el uso recreacional de la marihuana. Era algo que se veía venir: en 2011 una encuesta nacional señaló que la mitad de los estadounidenses estaban por la legalización de la yerba. Los partidarios del uso medicinal alcanzaban al 70% de los encuestados.

Los partidarios de esta “droga blanda” señalan que, a diferencia del tabaco, no se ha establecido un vínculo con el cáncer al pulmón u otros órganos. Al parecer, los “volados” son menos proclives a comportamientos agresivos que los gatillados por el alcohol. Lo que sí está demostrado es que el manejar luego de consumir marihuana duplica las posibilidades de un accidente fatal. También hay evidencia que personas que padecen ciertas enfermedades síquicas, como la esquizofrenia, pueden ver agravada su condición.

Estados Unidos podría aprovechar para evaluar el impacto de una política de tolerancia en el par de estados en que los ciudadanos están dispuestos a permitir la posesión particular de casi 30 gramos de marihuana. Un ex juez de la Corte Suprema aludió a estas situaciones estaduales como “laboratorios de la democracia”. El costo de las políticas represivas es alto: 12,4 de los condenados por consumo de drogas fue por fumar yerba. Ello equivale a unas 11.600 personas cuyo encarcelamiento cuesta al estado cerca de 26 mil dólares anuales.

La legalización puede tener un gran impacto en México desde donde proviene más de la mitad de la marihuana. Se calcula que la yerba les deja unos 2 mil millones de dólares a los narcotraficantes. Es un ingreso casi similar, pero más rentable, que la cocaína, que les aporta 2 mil 400 millones de dólares. Un grupo de 18 parlamentarios favorables a la legalización escribieron una carta al Presidente Obama en la que le señalan: “La ciudadanía de Colorado y Washington ha decidido que la marihuana debe ser regulada como el alcohol, con reglas fuertes y eficientes para la producción, distribución y venta minorista, junto a estrictas leyes que la prohíban a menores de edad o manejar bajo sus efectos. Los votantes eligieron eliminar el mercado ilegal de la marihuana controlada por carteles y criminales”. Estudios de costos de la producción local de marihuana en Estados Unidos muestran que los carteles mexicanos perderían tres cuartas partes del mercado enfrentados a una competencia abierta.

Por el momento, en todo caso, hay gran incertidumbre sobre como obrará el gobierno de Obama. El consumo de marihuana es todavía un delito a nivel federal (nacional) y las agencias gubernamentales han sido intransigentes incluso con los productores de marihuana para fines medicinales. En muchos casos lo de medicinal es una cortina de humo para el consumo recreacional. Lo que ocurra en Estados Unidos es seguido con gran atención pues en materia de consumo, incluidas las drogas, los norteamericanos suelen dar la pauta.

About this publication