Nadie puede negar ahora la creciente latino americanización de Estados Unidos, hasta hace algunas décadas, se trataba de una minoría étnica en aquel gran país del Norte, muy insignificante. Sin embargo, ahora vemos cómo los latinoamericanos, mal llamados hispanos, pues se trata de una etnia formada por hablantes de español, portugués, francés, e italiano, aunque la gran mayoría sean de habla española. Esto hace que la diversidad cultural, aún así en comunidad, sea muy rica en un abanico enorme de representaciones que juntamente con la cultura anglosajona va formando una amalgama de caracteres que en algún tiempo formará una sinfonía de caracteres que le darán mayor brillo a la cultura norteamericana.
Hoy, con las elecciones políticas recientes en Estados Unidos, hemos visto la presencia tan marcada de los mal llamados “hispanos” en Estados Unidos, que el presidente Barack Obama tiene un compromiso enorme con esa comunidad, lo cual lo obliga a cumplir con sus promesas de campaña, sobre todo con la reforma a la Ley Migratoria, que con tanta urgencia tendrá que plantearse y así otras como las relacionadas con los jóvenes estudiantes escolares y universitarios.
Esta minoría étnica que hoy se hace sentir con el voto popular, tendrá una resonancia en las nuevas confrontaciones electorales y lo que es más significativo, será la participación de sus integrantes en los puestos de administración pública, lo que a su vez incidirá de una u otra manera en el desenvolvimiento democrático de toda América Latina. Con ello, las relaciones políticas, económicas y culturales entre ambos bloques geopolíticos del Continente Americano, tengan que dar un giro, que en los actuales momentos no atisbamos lo que podrá suceder.
En 1950 la comunidad latinoamericana, tenía una población en Estados Unidos que no superaba el 1%, después subió al 10% en 1995 (finales del siglo) y para 2050 se calcula que llegará a un tercio por ciento. Podemos imaginarnos, que aunque siempre sería una minoría, el carácter festivo del latino como pondría en efervescencia las cosas. Esta minoría, junto con la afro descendiente y la asiático descendiente, las cuestiones políticas, económicas y culturales serán completamente diferentes y no dejarán de influir en el mundo entero.
Por eso, la latino americanización repercute en la América anglosajona, ya podemos consumir, tacos, enchiladas, baleadas, panes y tantas mezclas de comidas nuestras en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Miami y en otras ciudades en Estados Unidos, que no extrañamos en mucho, estando allá, nuestra dulce tierra, además de que la distancia geográfica nos acerca más.
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