Violence: Obama and Osama?

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“Zero Dark Thirty” es una película lamentable que no recomiendo. Y es altamente inmoral, porque hace apología de la guerra, la tortura y el homicidio.

“Zero Dark Thirty” es una película lamentable que no recomiendo. Y es altamente inmoral, porque hace apología de la guerra, la tortura y el homicidio. Pero viene a colación para discutir un tema con cierta perspectiva histórica. Aunque un mínimo de duda queda, quiero creer y sirve para mi tesis que Bin Laden fue asesinado por el Gobierno de EE.UU. Torturas y asesinatos totalmente inútiles, como siempre resultan serlo, ya que Al Qaeda y los talibanes siguen controlando territorio y sus ataques son constantes.

Existe la muy primitiva y extendida idea de que muerto el homicida o encarcelado el ladrón, se acabó el delito, pero resulta que van centurias de asesinar a homicidas y encarcelar a ladrones y el delito sigue latente. Por caso, la Segunda Guerra Mundial provocó más muertes (60 millones, 8 veces el actual Estado de Israel) de lo que hubiera logrado Hitler antes de caer por su propio peso, y sirvió para instalar el peor imperio del mal, la URSS, que aún siendo mucho más poderosa que el nazismo, cayó sola sin derramamiento de sangre.

La guerra de Vietnam (que dejó 60,000 bajas americanas, menos que los asesinados por el delito común desde que Chávez implantó su estatismo) se hizo contra el comunismo, que hoy se vuelca en paz hacia el capitalismo por propio interés y convicciones. Demostrando que las guerras no persiguen realmente ningún principio ideológico, y mucho menos moral.

La cultura de la violencia está tan enraizada aún en el siglo XXI, que se la ha otorgado el Nobel de la Paz a Obama, que a pesar de asegurar durante su reciente jura que “seguimos creyendo que una paz duradera no requiere de una guerra perpetua”, abiertamente ha promovido el homicidio y la guerra, y que ha dicho que el mal existe, es decir, que cree en el mal a pesar de la ciencia y la evidencia empírica.

Obama necesita creer en el mal, porque él comanda el estatismo: impuestos, leyes, regulaciones, fronteras, aduanas impuestas coactivamente utilizando el monopolio, que se arroga el Estado, de la violencia que es contraria a la naturaleza, al bien. Las guerras, los homicidios, las torturas son necesarias y funcionales al estatismo, porque este es la violencia (por esto es que son falsos los “pacifistas” de la izquierda estatista). De no existir estas imposiciones, fronteras y aduanas, si el mercado (la cooperación libre y voluntaria entre personas) imperara en el mundo, la paz sería el resultado inevitable.

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