Barack Obama’s Second Term

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El segundo mandato de Barack Obama

07 | 02 | 2013

El pasado lunes 21 de enero (aunque por ley el 20 en una ceremonia privada), el presidente Barack Obama juró el cargo para otros cuatro años como

Ricardo A. González Chan (opinion@epasa.com) / Escritor y consultor independiente.

El pasado lunes 21 de enero (aunque por ley el 20 en una ceremonia privada), el presidente Barack Obama juró el cargo para otros cuatro años como presidente de Estados Unidos. Desde la Segunda Guerra Mundial, solo el republicano George Bush (padre) y antes el demócrata James Carter no han logrado la reelección. Es decir, es una tendencia predominante que el mandatario de ese país dure en las funciones ocho años. Cada caso, desde luego, tiene sus peculiaridades y circunstancias.

El de Obama sin duda, se refiere a las causas liberales, mismas que mencionó abiertamente en su discurso: la igualdad en el trato de los homosexuales, a las mujeres, a los inmigrantes y la plena protección a los derechos de la infancia, han centrado de forma explicable la atención de los analistas y comentaristas.

Amparado en la figura de Martin Luther King, el jefe de la Casa Blanca recordó (en el ambiente también se sintió la nueva película sobre Abraham Lincoln) que la igualdad es la principal tarea pendiente de la sociedad estadounidense. Y dado que se trata de un discurso muy cuidado para la ocasión, debe leerse con calma analizado en cada una de sus afirmaciones, así como la secuencia de los argumentos. Es evidente la preocupación por el control de armas de asalto, que a pesar de que no fue citada de manera explícita, al referirse Obama a las garantías de seguridad para las niñas y los niños no hay ninguna duda del esfuerzo legislativo que recién tiene que ver con esa polémica medida. Otro elemento fundamental es el que se refiere a la migración. Estados Unidos, recordemos, es una nación de inmigrantes. Desde su fundación ha sido una sociedad generosa en recibir a millones de personas que buscan una mejor calidad de vida. En las últimas generaciones la atmósfera de asimilaciones se ha debilitado sustancialmente; ha crecido, en cambio, el rechazo al extraño.

Este sentimiento ha sido impulsado por los atentados de septiembre de 2001 y agudizado por la crisis económica de 2008-2009. La presencia de tantas personalidades de ascendiente hispano en la ceremonia del 21 de enero es una evidencia de la relevancia que tendrá para estos cuatro años la política migratoria.

Otra parte relevante del discurso de Obama fue cuando se refirió a la misión que tiene Estados Unidos para resguardar y fortalecer la libertad en el planeta. Como debemos saber, el principal enemigo de la libertad es el terrorismo, un paso atrás, le sigue el crimen organizado transnacional. Ambos antagonismos de la paz y el desarrollo están ubicados como los enemigos que hay que someter. De nueva cuenta, inferir esta conclusión nos conduce al terreno de la relación bilateral con América Latina; en los casos de países como México, Colombia y los hermanos centroamericanos (Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras). Sobre todo por las condiciones de creciente violencia, a decir del FBI, ligada al tráfico de drogas en los estados fronterizos con su país hermano México.

El mensaje básicamente, fue dirigido hacia el interior de su país. A la ciudadanía que le ha ofrecido 51% de aceptación, muy por encima de 18% que tienen los republicanos como partido en el Congreso. Con esta sólida y amplia ventaja, el presidente Barack Obama puede iniciar la batalla también en otros frentes, como son la cobertura de los programas de salud pública y la reestructuración del sistema de pensiones. La dinámica económica en el país comienza a cambiar; hay un leve repunte en la generación de empleos y la confianza del consumidor también ha aumentado.

En el plano mundial, Obama buscará el fin de la guerra en Afganistán y un acercamiento con Irán; aumentando los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz en el conflicto de Israel y Palestina e impulsar iniciativas de una renovación de intercambios comerciales con Latinoamérica, donde todavía se origina el 48% de las recaudaciones comerciales de EE.UU. En la ceremonia de su segunda toma de posesión, Obama habló de su decisión de terminar una década de guerra, lo que ha representado un enorme costo político, económico y de pérdidas de vida.

La gran hazaña que Obama deberá impulsar es la de alcanzar un mundo donde impere la justicia, las oportunidades y el bienestar social y económico para los más desamparados de la riqueza tanto en EE.UU. como en otras latitudes del planeta. Es lo justo.

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