El gobierno de Barack Obama dará un giro a su relación con América Latina. Con Ecuador se buscará progresos. Al menos ese es el pensamiento inicial de John Kerry, experimentado senador demócrata y sucesor de Hillary Clinton al frente de las relaciones internacionales de EE.UU..
Kerry fue candidato presidencial y conoce por 29 años el tema internacional desde el Capitolio, en el espacio de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado.
Es obvio que en la agenda de política externa, Oriente Próximo e Irán ocupan la prioridad de la gran potencia, lo mismo que el retiro de tropas de Afganistán y su pulseo con la gran China. Pero la lección que dejaron los millones de votos latinos en la reelección presidencial parece que despierta mucho interés. =
Sobra acaso mencionar que México es prioridad por ser país fronterizo, fuente de emigrantes y pieza clave en el mapa de los carteles de la droga. Venezuela es una pieza geopolítica de innegable atención.
En esa línea, Kerry adelanta que buscará progresos con países como Bolivia y Ecuador. ¿Será que la diplomacia estadounidense ya se convenció de que hay una brecha que superar? Para Ecuador, EE.UU. es el principal socio comercial, acoge a miles de emigrantes y, más allá del discurso político del Presidente-candidato, la visita de Hillary Clinton y el nuevo momento de la potencia del norte debieran redimensionar una relación soberana y respetuosa.
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