An Uneventful Visit

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Visitas sin pena ni gloria

El presidente Obama decidió visitar dos países de la región. México y Costa Rica. Las expectativas de la derecha fueron grandes pero rodaron hechas añicos. Deja una agenda en bruto. Solo proyectos y planteamientos que tardarán bastante en concretarse. Para nunca sin falta. El apoyo para ingresar a los foros mundiales y los planes de energía no son ni prontos ni seguros. Se limitó a alabar al país en los medios internacionales

Obama se mostró buen comensal y esposo puntual. El menú de las comidas resultó ser una metáfora de los resultados de la visita. Nada quedó caliente ni cerca del horno. Los ingredientes fueron variados, locales y externos. Cada plato puesto sobre la mesa implicó un trabajo previo, pero el ornamento tuvo que mezclarse con platos fríos que llegaron por intermedio de Obama y de su anfitriona, doña Laura.

La diferencia es que el salmón, el escabeche, la torta de tomate y la crema de pijibay están pensados para servirse en frío. Lo contrario ocurre con la agenda de proyectos, temas o ideas tratados en las 22 horas de Obama en el país, asuntos que sí necesitan cocerse a fuego lento. No estaba en los planes lograrlo en esta gira.

Así se previó desde que anunciaron el deseo de Obama de visitar Costa Rica y mandar a llamar a los mandatarios de Centroamérica. Todos acudieron sin agenda definida. Manos abiertas y corazones anhelantes. Plantearon lo que quisieron y volvieron a sus oficinas con la cola entre las piernas.

Costa Rica, anfitriona, se llevó la tajada más grande. Dinero no. La relación con Estados Unidos no es de donaciones dejó claro Obama y Chinchilla aceptó obsecuente. El lema de la gira hablaba de “prosperidad”; que tradujeron por economía. Ahí se centraron las conversaciones que sin embargo, no ofrecen frutos en el futuro cercano. El desarrollo de negocios con el gas natural y el impulso para que Costa Rica ingrese en foros mundiales de alto nivel fueron los puntos concretos que deben empezar su proceso. Nadie prevé que se concreten antes de que Chinchilla entregue la banda presidencial.

En cuanto al gas no hay garantías. Estados Unidos tiene normas para la exportación de su gas natural. Además resulta extravagante que un país de renta media como Costa Rica pretenda ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) conocido como club de los países ricos. Con 34 miembros selectos. Ni siquiera Brasil, con su gran poder en el continente y en el mundo ha sido aceptado.

El canciller, Enrique Castillo dijo resignado: Obama está dispuesto a apoyarnos en el momento oportuno, pero no se sabe cuándo.

El ingreso a la OCDE va de la mano con el aumento de la influencia política de Costa Rica, algo que Obama manifestó respaldar en términos generales. Lo expresó mediante frases cargadas de loas para el país, muchas más del mínimo necesario para una visita oficial. En el campo diplomático hubo réditos. Sus loas y ditirambos fueron reproducidos por los medios internacionales.

Piropos y planteamientos para avanzar en un desarrollo conjunto, dejando de manera consciente el tema de la seguridad como plato de segunda mesa, aunque siempre manteniéndolo en el menú . “Cuanto más fuertes sean la economía y las instituciones, más débil será el narcotráfico”, dijo Obama, después de aclarar que la lucha anti drogas sigue invariable.

Tras estar 22 horas, Obama abordó su avión trotando con energía y dijo adiós con la mano derecha. Su objetivo estaba cumplido. Saludos, fotos e ilusiones sobre la mesa. Allá los que forjaron falsas expectativas.

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