Immigration Reform

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Estados Unidos fue fundado por colonias de inmigrantes ingleses, franceses, holandeses, alemanas, en el siglo XVII. Tiempo después arribaron nuevos inmigrantes italianos. irlandeses, polacos. Unos huían de persecuciones religiosos; otros buscaban un lugar decoroso bajo el sol para trabajar por el bienestar de sus familias y de la nueva nación. Pero aquellos inmigrantes europeos no tropezaron con las penalidades que obligaron a millones de personas de sangre española e indígena a penetrar ilegalmente por la frontera con México para recibir las ventajas del sueño americano. Aunque todavía no se ha dicho la última palabra, la mayor reforma migratoria aprobada por el Senado abre una puerta para legalizar el estatus de una población latina calculada hace dos años en más de once millones. Queda pendiente la ratificación de la Cámara de Representantes en la que tiene mayoría la ultraderecha republicana. El peso de la diversidad de organizaciones religiosas, derechos humanos, empresas privadas, agricultores, sindicatos de la industria que exige la ratificación de la reforma migratoria, más las gravitación económica y política de la masa de latinos puede vencer el obstáculo de los representantes republicanos. Catorce senadores republicanos, incluido el posible candidato Marco Rubio de origen cubano, votaron a favor del proyecto de ley redactado por cuatro demócratas y cuatro republicanos.

Los senadores republicanos condicionaron su voto de apoyo al reforzamiento del sistema de seguridad fronteriza y al establecimiento de medidas más estrictas para seleccionar futuras migraciones de científicos y mano de obra especializada. Exigen que se incremente el número de agentes policiales fronterizos para poder bloquear la entrada de estupefacientes y gente de antecedentes policiales. Se descubrieron túneles construidos por los carteles para perforar la frontera. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos alegan que un régimen democrático es incompatible con la construcción de un muro fronterizo parecido al muro de Berlín, que marcó en la Guerra Fría la separación de la libertad y el totalitarismo. En el debate sobre seguridad nacional han entrado factores que destacan la incidencia de los indocumentados en el desarrollo económico norteamericano. Se calcula que el PIB se está fortaleciendo año tras año debido a empresas privadas creadas por latinos residentes y el consumo masivo de mexicanos y centroamericanos repartidos en casi todos los estados. Constituyen una formidable mano de obra en la agricultura y la industria a menudo defraudada por bajos salarios que no pueden reclamar por amenazas a la delación de la ilegalidad. Reconociendo el sustancial aporte económico de los trabajadores latinos, Harry Reid, líder de la mayoría demócrata del Senado, manifestó al aprobarse el proyecto de reforma migratoria que “la histórica legislación reconoce que los inmigrantes de hoy han venido a Estados Unidos por el mismo motivo de los fundadores para lograr el sueño americano que nosotros damos por sentado”.

Analistas de los medios de comunicación aseveran que los republicanos de la Cámara de Representantes podrían debilitar la opción de que el partido gane las próximas elecciones y los candidatos demócratas vuelvan a obtener, como Obama, el masivo apoyo de la votación de los latinos. Curiosamente, en las filas republicanas uno de los mayores opositores a la reforma migratoria es Ted Cruz de Texas. Pero el grupo de los ocho senadores republicanos que dio el voto al proyecto demócrata tiene clara la necesidad de que la Cámara de Representantes no recorte la opción de naturalización a los latinos sin papeles.

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