A New Obstacle for the Migrant Population

<--

El pasado martes, tras una reunión con el presidente Otto Pérez, la Asociación ProMigrantes de Centroamérica (AMI) anunció que a partir de hoy sábado el Registro Nacional de las Personas (Renap) pondría en marcha un plan piloto para dotar de identificación a los connacionales residentes en Estados Unidos. Sin embargo, el anuncióoresultó un fiasco.

Ayer, a última hora se dijo que el proyecto quedaba suspendido. Cada quien dio su explicación. Por un lado el canciller indicó que “lo que no tenemos todavía es el plan piloto del Renap, porque todavía se está en discusión el tema del cobro. Pero, sí hay organización y logística”.

Por su parte, el director del Renap, dijo: “se me está diciendo en una nota por escrito la necesidad de postergar el inicio del plan piloto. No me puedo aparecer en Estados Unidos y que me desconozca Relaciones Exteriores”.

Es decir, el Gobierno responsabilizó al Renap por la cancelación de la propuesta, y esta institución le devuelve la pelota a la Cancillería señalándola como responsable.

En este caso, no nos corresponde indicar cuál de los dos funcionarios lleva la razón, pero lo que sí es claro es que los migrantes de nuevo se ven afectados por la incapacidad de las instituciones del Estado para cumplir con las obligaciones que les impone la normativa legal.

Es claro que para los migrantes el Documento Personal de Identificación (DPI) es un documento clave para realizar todo tipo de gestiones, tales como la obtención del pasaporte para tener un documento legal que los acredite ante las instituciones estadounidenses, máxime ahora que cada vez está más cerca la aprobación de las reformas migratorias.

Este sábado ni empezará el plan piloto en Pensilvania, Nueva Jersey y Arizona, como se había previsto, y además tampoco hay claridad, aún, de cuál será el costo del DPI en el exterior. Se habla de entre $50 y $80, una suma que consideramos alta, si se tiene en consideración que en Guatemala ese trámite no le cuesta al ciudadano más allá de Q85, unos $10.

Como se ve, los connacionales sufren un nuevo desaire, a lo que agregamos que la Dirección de Migración aún no decide qué empresa será la encargada de confeccionar los nuevos pasaportes.

Deben entonces las instituciones mencionadas poner sus barbas en remojo, porque están incumpliendo con sus obligaciones de cara a los migrantes que, está por demás decir, son uno de los principales sostenes de la economía del país.

About this publication