The Syrian Military Intervention

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La intervenció militar en Siria

El aplazamiento de la decisión de Obama, para someterla a una votación del Congreso, juega a favor de la paz.

La inminente intervención militar de los Estados Unidos en la guerra civil de Siria, junto con otros países occidentales, ha sido aplazada por la decisión del presidente Barack Obama de solicitar la aprobación del Congreso, actitud similar a la que adoptó el gobierno británico, para acompañar al aliado estratégico, pero fue rechazada por el Parlamento.

La postergación de Washington, hasta conocer el pronunciamiento parlamentario, se prolongará hasta el lunes venidero, cuando los legisladores retomen la actividad parlamentaria tras el receso veraniego, un paréntesis que posibilita al presidente sirio, Bashar al-Assad, obtener apoyo internacional contra el uso de la fuerza. La gestión apremiante del líder sirio, planteada en una nota urgente al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y a la presidenta del Consejo de Seguridad, la embajadora argentina María Cristina Perceval -nuestro país tiene ahora a cargo la titularidad rotativa del organismo-, busca una solución política a fin de no internacionalizar la lucha interna, lo que el régimen considerará como una agresión contra Siria.

Los ataques punitivos impulsados por Obama contra el Ejército sirio, se respaldan en un informe de una comisión de la ONU que comprobó el uso de armas químicas, del mes pasado, donde murieron más de 1.400 civiles, entre ellos muchos niños, víctimas del gas sarín, el mismo usado por Saddam Hussein contra miles de kurdos en 1988, según las pruebas exhibidas el domingo pasado por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

Todo indica que la posición reflexiva adoptada por Obama, tiende a dar tiempo para resolver el cruel enfrentamiento sirio por caminos diplomáticos y políticos sustentados por la comunidad internacional. También por las críticas a EEUU por el uso de la fuerza y también por la frustración del primer ministro británico, David Cameron, por el revés en la Cámara de los Comunes.

Este paréntesis en la absurda fórmula estadounidense de pretender buscar la paz a través de las armas en un conflicto donde han muerto 100.000 personas, que comenzó en marzo del 2011 con protestas de la población contra las cuatro décadas en el poder de la familia Assad, refuerza el firme llamado a la paz del papa Francisco a través de Twitter en nueve idiomas: “‘Nunca más la guerra. La humanidad necesita ver gestos de paz”.

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