Fiscal Catastrophe

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El bloqueo fiscal en el Congreso de Estados Unidos puede afectar a la economía global

Desde el 1 de octubre, el Gobierno federal de Estados Unidos cesó parcialmente sus actividades operativas en muchas de sus oficinas y reparticiones gubernamentales, porque la Cámara de Representantes, dominada por una mayoría republicana conservadora y opositora a la actual Administración, no aprobó el presupuesto correspondiente a la gestión fiscal 2014.

Esta radical oposición republicana en el Congreso tiene su origen en el rechazo a la reforma de salud proyectada por Barack Obama y aprobada en 2010, cuya ejecución está prevista a partir del 1 de enero de 2014. El propósito de esta reforma es brindar acceso a una atención médica básica para todo ciudadano que habita en el país del norte, algo parecido al seguro universal que rige en Bolivia. Además, pretende obligar a todas las empresas para que aseguren a sus empleados en un plan de salud ocupacional.

Este bloqueo fiscal en el Congreso, que más tiene forma de chantaje para impedir que la reforma en salud se lleve a cabo, puede tener consecuencias sistémicas en la economía global, que desde 2008 (también por causa del sector financiero irresponsable en EEUU), puso al mundo en un estado permanente de zozobra económica, principalmente a las economías europeas y de algunos países emergentes. Asimismo, la crisis pudiera ahondarse, debido a la posibilidad de que EEUU no pueda honrar con el pago de parte de su deuda externa para mediados de octubre.

En resumen, se tiene un panorama poco alentador en lo económico y con turbulencias en lo financiero. Ante este caótico escenario en EEUU, es necesario que desde el Gobierno nacional se asuman algunas medidas de contingencia, en caso de que la tozudez republicana en el Congreso estadounidense mantenga este bloqueo fiscal.

Es prioridad para la economía nacional mantener un equilibrio en las cuentas públicas del Tesoro General, precautelando lograr un superávit fiscal. De igual manera es deseable mantener una posición de liquidez, para que no se generen presiones inflacionarias (dicho sea de paso, la tasa de inflación acumulada para septiembre bordeaba el 5%). A todo ello, sería prudente que el Gobierno mantenga la sana política de acumulación de Reservas Internacionales, pues constituyen una suerte de seguro ante cualquier “accidente” económico o financiero de origen interno o externo.

Tal parece que octubre es un mes emblemático en lo económico y financiero, y es que fue precisamente por esta época del año cuando sucedieron los hechos que cambiaron la dinámica de crecimiento mundial, ya desde 1929, convirtiendo las sendas expansivas del ciclo económico en posteriores recesiones y depresiones mundiales, y todas originadas en Estados Unidos. Ahora se incorpora una posible catástrofe fiscal, proveniente también del país del norte.

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