¿Nuevo ciclo migratorio México-EU?
Ana María Aragonés
Acaba de publicarse un estudio preliminar sobre los flujos migratorios de retorno en el estado de Jalisco al que le han denominado US/Mexico cycle: The end of and era. El análisis fue hecho en este estado pues consideraron que es uno de los lugares de mayor retorno de migrantes de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, además de ser el de mayor dinamismo en México, con una economía orientada hacia la exportación y que en principio facilitaría la reintegración productiva de los migrantes retornados en comparación con otros lugares, de acuerdo con los investigadores.
Llaman la atención algunos de sus resultados; entre ellos se destaca que 89 por ciento de los encuestados regresaron al país por voluntad propia y las tres razones más importantes para ese regreso fueron por nostalgia hacia su país de origen (29.1 por ciento), 11.3 por ciento por no encontrar trabajo en Estados Unidos y por motivos familiares (5 por ciento). El tiempo que habían permanecido en el país vecino fue entre 1 y 5 años, por lo tanto se trata de migrantes de corta duración. Existen algunas imprecisiones en dichas cifras, pues no se sabe con exactitud qué pasó con 31.8 por ciento de la muestra que tal parece que no contestó, cifra que incluso supera al 29.1 por ciento que regresó por nostalgia; llama la atención la baja cifra de deportados, 11 por ciento, cuando ha sido precisamente en la administración de Barack Obama cuando se ha producido el mayor incremento de deportados.
Otro dato que salta a la vista es que 54 por ciento de los encuestados señala que se va a quedar permanentemente en México, a pesar de que las principales adversidades que enfrentaron en su retorno en México son los bajos e insuficientes salarios y las malas condiciones laborales en el país, que fueron prácticamente las mismas que provocaron su partida a Estados Unidos. Cerca de la mitad de los encuestados declaró que los ingresos que perciben ahora son muy bajos, tanto como lo eran antes de irse. Hubiera sido de enorme utilidad conocer los motivos por los cuales no desean volver a migrar.
Otro fenómeno interesante que suele acompañar a la migración de retorno es que estos trabajadores traen consigo capitales que invierten un sus localidades de origen y por medio de esto consiguen auto-emplearse; sin embargo, 80 por ciento de los que regresaron no realizaron ninguna inversión, y sólo 19 por ciento invirtió en algún tipo de proyecto relacionado con algún micronegocio que requieren de muy bajos costos iniciales de operación tales como ventas minoristas de ropa, calzado, venta de comida y venta de antojitos; y dentro de estos que se encuentran autoempleados se insertaron en el sector informal de la economía, laborando en condiciones de extrema vulnerabilidad;
Se señala que el perfil educativo de estos migrantes presenta niveles básicos de instrucción, que la mayoría eran indocumentados y que trabajaban en ocupaciones de bajo salario en Estados Unidos y al preguntarles si habían recibido alguna capacitación o certificación en aquel país 85.5 por ciento contestó que no, sólo 8.2 por ciento había recibido capacitación certificada y de estos, muy pocos lograron aplicar dichos conocimientos al mercado de trabajo mexicano. Estos son datos muy sugestivos pues pone claramente en entredicho una extendida propuesta en el sentido de que los migrantes cuando regresan pueden emplearse en México en mejores condiciones laborales.
Estos son algunos datos a partir de los cuales se señala que entre México y Estados Unidos inicia una nueva era de la migración, tomando además en cuenta que el retorno de migrantes es más elevado que nunca antes. Sin embargo es difícil aceptar esta hipótesis pues quedan sin explicación las causas estructurales que podrían provocar una situación así. Por otro lado, ¿cómo es posible hablar de una nueva era migratoria si, de acuerdo con datos del Inegi, se observa que la tasa de migración neta nos indica que sale más gente de la que entra el país?; al segundo trimestre del 2010 se registró la salida de -12.7 migrantes por cada 10 mil habitantes, para el mismo trimestre de 2012 pasó a -27.6. Es decir, México continua expulsando más migrantes de los que han retornado al país y la explicación es sencilla, Estados Unidos está comenzado a mostrar signos de recuperación, pues su tasa de desempleo ha disminuido (de 2010 fue de 9.6 por ciento y en 2013 es de 7.4 por ciento); como consecuencia, los flujos migratorios vuelven a responder.
Qué interesante sería poder aceptar que México, finalmente enfrenta una nueva era migratoria, pero lamentablemente los datos no pueden sostener dicha tesis. La realidad nos muestra que el modelo económico adoptado por México no ha conseguido generar los empleos necesarios para absorber el tan valioso bono demográfico con el que cuenta el país: reformas van, reformas vienen y el mercado laboral continua en franco deterioro.
amaragones@gmail.com
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