In American Waters

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Enaguas USA

Mientras el Departamento de Estado censura la supuesta discriminación contra indocumentados haitianos y sus descendientes, el Pentágono, en la persona del jefe del Comando Sur, resalta la colaboración de República Dominicana para contener el flujo ilegal de inmigrantes de ese país hacia Estados Unidos. Lo que indica que todo será siempre del color del interés o conveniencia de Washington.

Días antes de que el general Jonh F. Kelly expresara alarma ante el Comité de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes por el aumento del tráfico de haitianos hacia territorio estadounidense, la cancillería de ese país emitió un informe de condena al Gobierno y Estado dominicanos por violentar derechos humanos de esa comunidad de inmigrantes.

Ese informe se prepara para que a partir de su contenido, el Congreso de Estados Unidos apruebe o rechace el paquete de ayuda económica o técnica dirigida a República Dominicana, lo que indica que además de su contenido infame representa una burda manera de represión contra una nación que se reputa de soberana.

Nada menos que el jefe del Comando Sur, uno de los militares de mayores méritos, con cuatro expediciones de combate, ha dicho que la Armada Dominicana ha evitado que más de dos mil haitianos crucen el Canal de la Mona en dirección a Puerto Rico.

Ese alto oficial estadounidense admite que la presión que ejerce la inmigración ilegal de haitianos hacia Puerto Rico excede la capacidad logística y económica de las autoridades dominicanas, a las que define como “socio importante en la contención de los flujos migratorios”.

Estados Unidos critica o censura la prerrogativa dominicana de contener la inmigración ilegal procedente de Haití, pero elogia los esfuerzos del Gobierno para evitar que gran parte de esos indocumentados intenten salir por el lado este en dirección a Puerto Rico. He ahí un ejemplo de la doble moral.

La inmigración haitiana por el Canal de la Mona se ha incrementado 44 veces, según estadísticas ofrecidas, situación que plantea retos mayores para Estados Unidos, porque ahora parte de la migración ilegal que ingresa por la frontera con Haití tiene como destino el territorio de la Unión Americana.

El Tío Sam censura al Gobierno dominicano por ejercer su derecho a legislar sobre migración y nacionalidad, pero pretende que las autoridades inviertan recursos logísticos y económicos para evitar que la desbordante migración haitiana siga ruta en yolas hacia tierra del “sueño americano”. Doble moral.