Washington and EU Face-to-Face with Cuba

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Washington y UE frente a Cuba

La decisión de la Unión Europea (UE) de relanzar sus relaciones con Cuba da muestras de un pragmatismo que deja aún más expuesta la política de embargo y aislamiento de Estados Unidos hacia este país caribeño.

Al término de una reunión de dos días el miércoles 30, representantes del bloque comunitario y de La Habana consideraron positiva su primera ronda de conversaciones, en la que acordaron una hoja de ruta para un proceso que debe culminar en un acuerdo marco de colaboración. “Hubo un claro interés de ambas partes para llegar a una rápida comprensión común sobre las bases de esta negociación”, dijo a la prensa el negociador de la UE, Christian Leffler. Un comunicado cubano afirmó que los intercambios se desarrollaron de manera “constructiva y positiva” y continuarán en Bruselas. El interés de la UE respalda las transformaciones que Cuba puso en marcha en 2008 y que, para los europeos, son más abarcadoras que las determinadas en la reforma económica.

Para el bloque de 28 países son importantes la moratoria de la pena de muerte, la apertura al trabajo privado y la restitución a la población de los derechos de viaje y de propiedad sobre viviendas y vehículos.

No menos relevante resulta a los ojos europeos el acuerdo de 2011 del sexto congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba de limitar a dos períodos consecutivos la estancia en los principales cargos estatales y gubernamentales. La decisión incluye al presidente Raúl Castro, quien cumplirá su segundo y último mandato en 2018. “Yo hablo de cambios en términos generales. Para mí hay más cambios a escala nacional que la actualización económica. Es un asunto cubano que estamos listos a acompañar”, dijo Leffler.

La Ley de Inversiones Extranjeras, que entrará en vigor en julio, abre tanto para Cuba como para la UE nuevas oportunidades, agregó.

España encabeza el intercambio comercial europeo con La Habana, con más de 1 156 millones de dólares en 2012. Sin embargo, fue justamente un gobierno conservador español, el de José María Aznar (1996-2004), el artífice de la llamada Posición Común que la UE adoptó en 1996 y que constituye para Cuba una injerencia en sus asuntos internos. Este tema no estuvo sobre la mesa en esta primera ronda de pláticas. A una pregunta de IPS, Leffler, de nacionalidad sueca, también aclaró que la UE no trajo condicionamientos políticos. “Si queremos negociar un acuerdo, no es muy constructivo venir con un punto inicial de condiciones e imposiciones”, afirmó.

Los desacuerdos entre Bruselas y La Habana en materia de libertades fundamentales se hicieron críticos en 2003, a raíz de la detención y severas condenas impuestas por Cuba a 75 opositores políticos.

Pero en 2008 volvió la calma, y la UE y Cuba acordaron reanudar el diálogo político. En febrero de este año decidieron iniciar negociaciones para un acuerdo marco de cooperación. ¿Y Estados Unidos?

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