“EL Estado de Texas pidió hoy 30 millones de dólares al Departamento de Seguridad Nacional de EE UU ante la crisis desatada en la frontera con México, al dispararse la cifra de niños inmigrantes que llegan solos al país norteamericano, en su mayoría procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala. El procurador general de Texas, indicó este jueves en un comunicado que los agentes fronterizos han informado de un aumento del 92 por ciento en el número de menores inmigrantes que tratan de cruzar la frontera sin sus padres”. “La llegada de menores inmigrantes ha sobrepasado a los agentes fronterizos, que consagran su tiempo y recursos a los aspectos humanitarios de este influjo y no están disponibles para garantizar la seguridad de la frontera e impedir la actividad criminal. Nos preocupa que no pueda controlarse la peligrosa actividad de los carteles, el tráfico de drogas y de personas”, explicó el procurador. “Debido a esa crisis que ha disparado todas las alarmas, el gobierno estadounidense urgió este jueves a los padres centroamericanos a no enviar a EE UU a sus hijos solos o a través de redes de tráfico de personas”.
Pues como que el mandatario hondureño tiene razón con lo que les acaba de decir allá en Washington. No entienden el problema. Como si esto se resolviera solicitando a los padres que no manden a sus hijos. Si el éxodo de menores no necesariamente ocurre porque los envían sus padres, sino porque huyen de la violencia en sus países provocada por el crimen organizado o por el temor de ser reclutados por las maras y pandillas delictivas. En Washington, el presidente hondureño aseguró que los niños centroamericanos que están llegando a EE UU en cantidades masivas “son desplazados de guerra” y el país norteamericano “tiene que hacer más” para afrontar las causas de la violencia del narcotráfico que les lleva a huir. Agregó que, “tanto la asistencia económica que Washington dedica a la lucha contra el narcotráfico y la estabilización de Honduras como su impacto sobre el terreno son “mínimos”. “Eso es triste, porque refleja quizá la falta de comprender que la causa del problema de la migración ilegal y en buena parte la violencia tiene que ver con esa falta de comprensión del problema para poder crear oportunidades. Nosotros estamos sufriendo las consecuencias de lo que aquí no se entiende”.
En el año fiscal 2013, que concluyó en septiembre pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE UU registró unos 24,000 niños que cruzaron la frontera sin compañía, y para mayo de este ejercicio el número se había incrementado hasta los 47,000, sobre todo en la zona de Río Grande (Texas). Como los mandatarios centroamericanos en las cumbres regionales se han quejado que hasta ahora la ayuda para luchar contra el crimen organizado y la inseguridad viene a cuentagotas, de la comunidad internacional, a ver si el socio del norte despierta, hoy que la cantidad de migrantes que les llega no son adultos solamente sino centenares de miles de menores. Vamos a ver si entienden. Aflige enterarse que la respuesta del gobierno norteamericano sea que no los manden los padres. Si ese es el concepto que tienen del problema, hacerlos entender sería como arar en el mar.
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