Children Without a Place

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Niños sin espacio

En una reciente entrevista en la cadena ABC, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pidió a los padres centroamericanos que no envíen a sus hijos ilegalmente a su país. Advirtió de todos los peligros que corren al tratar de llegar a la frontera, pues pueden ser víctimas de pandilleros, de grupos del crimen organizado, presa de tráfico sexual o incluso morir mientras atraviesan el desierto.

Afirmó que desde octubre del 2013 han sido detenidos en la frontera 52.000 niños, quienes según la ley son conducidos a unos albergues para iniciar la serie de trámites que se requieren para deportarlos, y añadió: “Y no sabemos cuántos no lo logran”.

El problema es extremadamente complejo y deja en claro lo inhumano del mundo que estamos construyendo. Miles de niños no tienen espacio, los padres se arriesgan a dejarlos partir, pese a la incertidumbre y a los riesgos, porque creen que así tendrán futuro, pero la sociedad que los recibe, si logran completar el viaje, tampoco les ofrece un lugar y los devuelve al sitio de donde partieron para que se encuentren nuevamente con la miseria

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