The Alliance

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La presentación y entrega de la propuesta de Honduras, Guatemala y El Salvador a Estados Unidos en seguimiento a la cumbre celebrada en la Casa Blanca, al secretario de Estado, John Kerry, centra su contenido en la necesidad de frenar el flujo migratorio de niños y adultos, llegando a su raíz, habitualmente ignorada, e implementando políticas represivas.

Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte es un proyecto ambicioso al que se integran en cumplimiento de la corresponsabilidad para solucionar el problema Colombia y la Unión Americana, origen y mercado de la droga, y México, ruta obligada en el éxodo hacia el norte.

“Así como lo pidió esta mañana el presidente Obama para enfrentar a los radicales, yo pregunto: ¿cuál es la diferencia entre los efectos causados por el terrorismo de los radicales fundamentalistas y el terrorismo de los que promueven el narcotráfico? Uno de los principales campos de batalla de una guerra que no es nuestra, que no iniciamos y cuyas estrategias se deciden fuera de Honduras e involucran a los países consumidores de droga del norte y los productores en el sur”, enfatizó el presidente Juan Orlando Hernández en su discurso ante la Asamblea General del organismo mundial.

La plataforma global en la que el mandatario hondureño ubicó el problema migratorio tras presentarlo también en el foro de Población y Desarrollo más allá del 2014, constituye un gran desafío para introducir en la agenda de los países generadores de la crisis y de organismos internacionales garantes de los derechos humanos porque “hoy se habla de lo que sucede en otras regiones del mundo con niños, jóvenes, familias desplazadas por la guerra, la violencia y los extremismos radicales. Sin embargo, poco se dice ahora de la situación que viven miles de familias en el triángulo norte de Centroamérica, no podemos permitir como seres humanos que quede en el olvido”, enfatizó el mandatario.

Cuatro son los ejes centrales de la propuesta de la Alianza, como reflejo de situaciones endémicas en los sectores más pobres y excluidos. Solo mediante la multiplicación de las oportunidades de empleo, creadas con la inversión que contribuiría a la reactivación de la economía, se puede proporcionar un esperanza a miles de familias en la región y disminuir la necesidad de emigrar.

Ello exige el desarrollo y capacitación del capital humano con cobertura y calidad educativa en todos los niveles, los servicios de salud, la atención infantil y el incremento de la calidad de vida en las zonas relegadas y deprimidas. La seguridad de las personas, la aplicación de la justicia y el fortalecimiento institucional completan los ejes para el éxito del plan de la Alianza. Falta pasar de las palabras y los documentos a los hechos. ¡Casi nada!

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