Obama, Finally Taking Action on Immigration

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Justamente cuando los republicanos pensaban que los próximos dos años reinarían en Washington con un presidente Obama tan pasivo y complaciente, como ha sido desde que llegó al poder, el mandatario, aquel que tanto prometió y poco ha cumplido, está a punto de reformar las leyes migratorias con tan sólo el poder de su firma. Se espera que emita una orden ejecutiva que beneficiaría a cerca de cinco millones de inmigrantes sin documentos, les guste o no a sus opositores.

Pero a diferencia de lo que muchos esperaban y de lo que los grupos pro inmigrantes están exigiendo, las nuevas disposiciones que Obama ordenará quizás esta misma semana, no otorgarán una situación legal permanente y mucho menos abrirán el camino a la ciudadanía. Sin embargo, sí disminuirán el número de deportaciones y ha trascendido que muchos de aquellos que están aquí ilegalmente recibirán permisos de trabajo y en algunos estados podrán obtener licencias de manejo. La gran desilusión será que no podrán viajar fuera de Estados Unidos para visitar a los seres queridos que han dejado atrás en sus países de origen, uno de los mayores anhelos de quienes tienen años sin salir por temor a no poder regresar.

Expertos en emigración han dejado claro que si bien esta medida del presidente aliviará el temor de millones de personas que dejarían de vivir en las sombras, los legisladores podrían en un futuro cambiar las leyes en las que el mandatario se está basando para emitir la orden. Quien lo substituya en la Casa Blanca también estaría en su derecho de cancelar estas nuevas disposiciones, cuyos detalles en su mayoría todavía no son claros.

Pero el líder de la Cámara baja, John Boehner, ya dijo que en caso de darse, los republicanos “pelearán con uñas y dientes” esta orden ejecutiva. Por su parte, el presidente insiste en que jamás la dictaría si el Congreso emitiera una reforma migratoria. Se espera que los nuevos reglamentos beneficiarán principalmente a los padres de hijos que son ciudadanos estadunidenses, que hayan vivido aquí cuando menos cinco años, estimándose que 3.3 millones de personas estarían en ese caso.

Desde luego que los enemigos del presidente están furiosos e insisten en que el mandatario está abusando del poder y del juramento que hizo cuando llegó a la Casa Blanca y que está otorgando una amnistía a quienes violaron la ley. En declaraciones anteriores, Obama había insistido en que no podía frenar las deportaciones ni cambiar las leyes migratorias sin el Congreso, de hecho entonces dijo: “soy presidente y no rey ni emperador” para actuar por sí mismo. Obviamente cambió de opinión.

Los congresistas demócratas están en su mayoría con él, pero los republicanos lo acusan de traición y están furiosos ante la posibilidad de que emita esta orden. Sin embargo, hacerlo es uno de los privilegios de su cargo y uno que ha sido puesto en práctica con frecuencia por sus antecesores. De hecho han sido los presidentes republicanos los que más han optado por esta medida que no requiere aprobación congresional. George W Bush dictó 291 órdenes ejecutivas, Ronald Reagan, 381. Antes de ellos, Theodore Roosevelt lo hizo mil 081 veces y Dwight Eisenhower, 484. Barack Obama lleva 182.

De ponerse en práctica las nuevas medidas que Obama tiene en mente, éstas no se aplicarían a quienes crucen la frontera en los próximos meses. Ellos seguirán siendo sujetos a deportación. Es más, se espera que el presidente disponga nuevas y más estrictas medidas de seguridad en la línea fronteriza con México.

Todo el pleito es porque los derechistas insisten en que la frontera sigue siendo “insegura” y quieren que antes de una reforma migratoria se impida totalmente toda entrada de terroristas, personas sin visas, narcóticos o contrabando, lo cual es poco realista. Se les olvida que a lo largo de la historia no ha existido frontera alguna impenetrable. No lo fue la Gran Muralla China, ni el Muro de Berlín y mucho menos la llamada Cortina de Hierro que dividió a Europa. Mientras tanto, el sistema migratorio de este país hace mucho no funciona y le urge modificación.

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