An Agreement for the Environment

<--

Los dos países más contaminantes, China y EEUU, inician un proceso de reducción de gases del calentamiento global.

El acuerdo alcanzado en Pekín por los presidentes de China y de Estados Unidos sobre el cambio climático, representa un compromiso histórico que obliga a estas naciones a recortar sus emisiones contaminantes, que lideran el ranking mundial en las emanaciones de gases de efecto invernadero. Debe recordarse que EEUU fue uno de los pocos países que no ratificó el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, negándose en ese momento a comprometerse en la implementación de un sistema de reducción de la contaminación, y que la mayoría de las propuestas ambientales que ha intentado llevar adelante la Casa Blanca han sido obstaculizadas por el opositor partido Republicano, ahora fortalecido en el Parlamento.

Tanto Xi Jinping como Barack Obama, consideran que este acuerdo servirá de ejemplo a nivel internacional para alentar la reducción de las emisiones de carbono en la atmósfera ya que China y EEUU han sido los principales obstáculos para delinear acciones y proyectos en la lucha contra el cambio climático. El carácter histórico del documento está dado en que el proyecto bilateral, que prevé recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero, es uno de los primeros anuncios que se efectúan en este sentido.

La República Popular de China se ha comprometido a que sus emisiones serán controladas hasta para alcanzar en 2030 reducciones efectivas y para lograr este objetivo se ha programado que a partir de ese año un 20% de la energía producida en ese país procederá de fuentes renovables. Por su parte EEUU se ha comprometido a reducir sus emisiones a partir de 2025, en un 26 a 28% respecto de los niveles registrados durante 2005, lo que sería un gran desafío, especialmente por los niveles que representa y porque el gobierno de Obama tendrá que convencer a la oposición sobre esta iniciativa.

Hay que tener en cuenta que los niveles de reducción anunciados por EEUU suponen el doble del recorte previsto por este país entre 2005 y 2020. El resto de las naciones observan expectantes este gran acuerdo, esperanzadas en que los países que más contaminan actualmente están tomando conciencia de que el único camino posible para intentar salvar al planeta es controlar las emisiones nocivas en una forma drástica y sin concesiones.

About this publication