An Important Day for the Undocumented

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AYER FUE UN DÍA IMPORtante para la actual situación de los millones de indocumentados hispanoparlantes de Estados Unidos. Mientras en Miami varios expertos recomendaron al Gobierno mantener el respaldo a las luchas contra el crimen organizado y la inseguridad política y social en América Latina y realizar de inmediato esas políticas, el presidente Barack Obama se preparaba para poner en práctica una serie de medidas directas cuyo resultado será impedir la deportación de unos cinco millones de personas caídas en la ilegalidad porque no tienen documentos legales. El mandatario está consciente del riesgo político de realizarlas, a consecuencia de la segura reacción hepática e inhumana del Partido Republicano.

EL PRESIDENTE DE los Estados Unidos tuvo un resultado electoral contraproducente, porque con la idea de no debilitar su fuerza entre los republicanos y los demócratas moderados, dio la impresión de no querer o no poder cumplir las promesas de campaña, ante la inflexibilidad de las posiciones de los republicanos extremos, cuya posición quedó fortalecida en su accionar antiinmigrante debido al resultado de las elecciones. Esta posición de política interna tiene grandes áreas de política externa, sobre todo en el tema de derechos humanos de quienes se encuentran sin papeles pero contribuyen de manera importante a la economía de los estados donde viven, muchas veces en una perenne vigilancia por no ser capturados y encarcelados. Acerca de las penalidades sufridas cada vez se conoce más y más.

UN ASPECTO NUEVO DE las preocupaciones estadounidenses lo constituye la necesidad de analizar las circunstancias políticas y de seguridad personal reinantes en el Triángulo Norte, en especial en Guatemala, donde el simple viaje en autobús urbano para trasladarse a un trabajo constituye una odisea, en especial para las mujeres, víctimas de abusos de los pasajeros y de los conductores, cuya vida es segada en forma inmisericorde por delincuentes armados, muchas veces menores de edad. He sido testigo de ver a un chofer de camioneta darle a alguien un bulto envuelto en papel en cual evidentemente va un rollo de billetes. La transacción es veloz, a la luz del día y a la vista de todos. Los celulares inteligentes son también fáciles presas.

ESTA HORRIBLE REALI- dad provoca la decisión de lanzarse a la muchas veces mortal aventura de cruzar México y llegar a la frontera sur estadounidense. Los abusos están a la orden del día para todos, pero especialmente las mujeres. Por eso es innegable la necesidad del cumplimiento de las promesas del presidente Obama. El presidente Obama de seguro tiene el mejor deseo de cumplir con sus promesas, para lo cual necesita del Partido Republicano, pero si este mantiene su posición miope, sobre todo al negarse a aceptar la importancia de la participación hispana —con o sin documentos— en la economía nacional. Visto todo desde esta distancia, no hay forma de encontrar motivos válidos para afectar de esa manera a la mayor minoría idiomática y cultural del país.

AYER PUEDE SER UN DÍA importante, pero para ello necesita convertir en realidad lo expresado varias veces por el mandatario. Oficialmente, Estados Unidos ha halagado los efectos de la lucha centroamericana contra la droga y la emigración sin documentos, huyendo del crimen, la inseguridad y las violaciones a los Derechos Humanos en los países de Centroamérica. Es una realidad tangible, desesperante y sus efectos alcanzan al territorio estadounidense. No entenderlo es suicida: la gran minoría de habla hispana dentro de algunos años se convertirá en mayoría. Faltan unos años, ciertamente, pero es imposible detener el crecimiento demográfico de estos inmigrantes, y ello obliga a impedir su actual estatus por carecer de simples papeles.

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