The End of the Final Chapter of the Cold War

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Estados Unidos y Cuba han dado un paso importante en poner fin a decenios de confrontación. Ojalá eso redunde en una Cuba más libre, democrática y próspera.

El último capítulo de la guerra fría en América Latina culminó ayer con el anuncio de que Estados Unidos y Cuba restablecerán relaciones después de 53 años de ruptura y un enfrentamiento político permanente.

El histórico acercamiento que incluye planes para la apertura de las respectivas embajadas en La Habana y Washington, también llevó consigo el intercambio de espías detenidos y la liberación de un contratista estadounidense detenido por más de cinco años en la isla.

El presidente estadounidense, Barack Obama, pone fin así a una política hacia Cuba que él llamó “obsoleta” y que “ha fracasado durante décadas”. Eso incluía un severo embargo económico a la isla y férreas restricciones comerciales y de intercambios familiares.

La Habana no tendrá ya justificaciones para seguir culpando a Estados Unidos de su compleja realidad interna, su política de violación sistemática de derechos humanos y la falta de libertades elementales de expresión, pensamiento, libre movilidad, medios independientes y creación de partidos políticos ajenos al oficial Partido Comunista.

Evidentemente es el fin de un anacronismo histórico, pero también La Habana se ve empujada a la necesidad de acercarse a Estados Unidos ante el derrumbe económico de su principal aliado y patrocinador, Venezuela.

Ojalá que esta apertura de relaciones lleve a Cuba a proyectar una sociedad más abierta, democrática, plural y amplia en libertades, con verdadera prosperidad y progreso hacia todos sus ciudadanos, dejando atrás esta etapa de confrontación y separación de un pueblo.

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