Bienvenido vicepresidente Biden
Su visita es un mensaje político positivo para impulsar proyectos que generen empleos.
Hoy aterriza en el aeropuerto La Aurora el vicepresidente de los Estados Unidos, Joseph Biden. La última vez que estuvo en Guatemala fue hace menos de nueve meses, en junio del año pasado. Tuve la grata oportunidad de reunirme con él en esa ocasión con otros representantes de la sociedad civil y fue una plática por demás interesante. El señor Biden es un hombre que entiende la importancia de que las instituciones faciliten la generación de empleos formales en los departamentos de donde están migrando nuestros compatriotas, por lo que reconoce la importancia de trabajar de la mano con el sector privado.
El Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte (PAPTN), representa un reto para Guatemala, El Salvador y Honduras de generar mecanismos de integración, colaboración conjunta y un esfuerzo importante para poder aterrizar un plan que tenga la suficiente capacidad de incentivar a que el sector privado pueda interesarse más en invertir en los municipios de donde están saliendo los migrantes, sino analizar los factores que han evitado que en estos momentos no sea económicamente factible abrir una empresa formal en esos departamentos (por diversas razones como lo son: la falta de infraestructura, poca conectividad telefónica, baja capacidad del recurso humano, poca presencia de instituciones del Estado y servicios de salud deficientes).
La visita del vicepresidente Biden viene en un momento crítico para el país, que se encuentra a punto de iniciar oficialmente la campaña electoral, en donde los precandidatos y sus equipos deben integrar en sus planes de gobierno, las acciones que ayuden a generar más empleos formales en el país y continuar reduciendo la inseguridad.
Cuando vemos los efectos positivos que han ocurrido en otros países que han recibido este tipo de iniciativas de parte de los Estados Unidos como el Plan Marshall en el caso de Europa, o el propio Plan Colombia, no es solo crucial los recursos que se puedan aportar, sino la dinámica de cooperación entre diferentes instituciones que se comienza a generar para poder trabajar juntos con un mismo objetivo, con base en métricas unificadas. Lo bueno es que ya tenemos herramientas como el Índice de Competitividad Local (ICL) que evalúa la capacidad de los municipios para generar empleos formales, un mecanismo que permite establecer prioridades para la cooperación y que ayuda a demostrar con datos técnicos, cuáles son los retos más importantes para poder establecer prioridades hacia mecanismos de política pública que ayuden a focalizar la inversión. Bienvenido nuevamente vicepresidente Biden, esperamos que su visita sea muy provechosa para la región.
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