Netanyahu and Nuclear War

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Bajo de excitaciones en nuestro país (los temas se repiten y aburren ya), para subir la adrenalina nada hay mejor que un discurso de Netanyahu en el Congreso de EEUU. Había verdadera expectación, porque, para catástrofes, las que anuncia este hombre.

El punto fuerte de su intervención fue su advertencia de que, si se sella definitivamente en Ginebra el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, se iniciaría una carrera armamentística en Oriente Medio que amenazaría Israel y la paz mundial. El desenlace puede ser una conflagración nuclear. Esto es de una trascendencia a la que ninguno de nuestros políticos puede aspirar. Y es que Israel es mucho más que un país. Oyendo a Netanyahu, uno no sabría quien dirige la política del mundo, si el lobby judío o el presidente electo de la nación más poderosa del momento. Lo que sí dio la impresión es de que Barack Obama es un pardillo que no conoce a los enemigos de Israel y olvida que, según Netanyahu, el régimen iraní desestabiliza la región, exporta el terrorismo y quiere acabar con Israel y, por extensión, con EEUU. Obama es asimismo un ingenuo porque cree que Irán se enfrenta al Estado Islámico como aliado de Occidente, cuando lo cierto es que Irán lucha contra el EI solo para entronizarse como el único poder del mundo árabe. En este caso, aseguró el primer ministro israelí, “el enemigo de tu enemigo es tu enemigo”. Las palmas de los congresistas republicanos echaban humo por la deformación del aforismo popular.

En fin, Netanyahu en el Capitolio se opuso radicalmente a estos acuerdos porque está convencido de que Irán acabaría usando el uranio enriquecido para la obtención de armas atómicas y afirmó que “un no acuerdo es mejor que un mal acuerdo”. Netanyahu se pronuncia por incrementar las sanciones para debilitar económicamente a Irán y tumbar su régimen. No voy ponerme a sospechar que Netayanhu no quiere la paz, ni caer en la especulación de si Israel posee la bomba atómica o no. (En 2009, no se aplicó a sí mismo la Resolución S/RES1887 del Consejo de Seguridad, ni permitió inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Léase Guerra Nuclear y catástrofe ambiental , de Chomsky y Laray Polk.) Pero, en todo caso, ¿para qué quiere Israel disponer de bombas atómicas, si ya las tiene para dar y regalar su máximo aliado EEUU? Esas armas de destrucción masiva, amenazantes y apocalípticas, estaban detrás de sus palabras cuando afirmó que “Israel no se quedaría pasivo si lo hiciera EEUU, porque Israel puede defenderse a sí mismo”, sabiendo, como reconoció acto seguido, que EEUU nunca abandonaría a su suerte a Israel, porque afirmó que “es la Historia de la Humanidad”. Después de este etnocentrismo bíblico, si lo que Netanyahu buscaba era introducir el tema Irán en la campaña electoral de su país y mejorar sus posibilidades de ser reelegido, es prosa menor.

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