The Naïve Policies of the United States

<--

25/03/2015 ENFOQUE

La ingenuidad política de EEUU

Es difícil no enojarse con las políticas de Estados Unidos que muchas veces han pecado por ser bruscas y otras veces por ingenuas o, al menos, que no tengan el timing adecuado, transformándose en desacertadas por decir un calificativo mínimo.

Sin dudas un nuevo caso es el de haber declarado a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional norteamericana. Si bien Estados Unidos puede tener las justificaciones para sancionar a siete funcionarios venezolanos por violación a los derechos humanos, y que haya tenido que técnicamente usar una ley que exige la figura de la amenaza a la seguridad nacional para explicar el porqué de las sanciones, lo que quedó en el ambiente es que la política exterior estadounidense ha desaprovechado el viento de cola que traía con las nuevas relaciones diplomáticas con Cuba.

Es que Estados Unidos estaba en una inmejorable posición para llegar a la VII Cumbre de las Américas, que se celebrará el 11 de abril venidero en Panamá, tras el anuncio y las posteriores negociaciones con Cuba sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El repentino anuncio hecho por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro al unísono el 17 de diciembre último, de golpe y porrazo dejó a Venezuela y su mandamás, Nicolás Maduro, totalmente descolocado.

Entonces pareció ser una obra maestra de la política estadounidense, obligando a un cambio de paradigmas en la geopolítica del continente americano, según coincidieron los observadores de la política internacional.

Pero así como aquella decisión tuvo un golpe de efecto virtuoso y asomaba como un hito que replantearía la agenda menos antiimperialista de todas las Cumbres de las Américas anteriores, el bad timing de las medidas anunciadas por la Casa Blanca contra Venezuela, retrotraen la agenda a la situación de entonces.

Aunque las sanciones contra los siete funcionarios venezolanos pueden estar justificadas, los encargados de la política exterior estadounidense tendrán que esforzarse ahora al máximo para neutralizar la propaganda política del presidente Nicolás Maduro. Ni lerdo ni perezoso, era fácil advertir que el continuador de la revolución bolivariana volvería al ruedo internacional con la parafernalia propagandística del chavismo que tantos éxitos le dio en el pasado para desviar la atención sobre sus problemas internos galopantes: inflación, desempleo, escasez, violencia e inseguridad, por hablar de algunos.

Estados Unidos le dio suero y vida a un Maduro que estaba en terapia intensiva.

Maduro irá renovado a la Cumbre continental, encumbrado, además, por un montón de líderes regionales que si bien antes mantuvieron silencio por la situación antidemocrática que existe en Venezuela, ahora se verán obligados a declarar su apoyo al régimen. Y aunque todo parezca un acto de gran hipocresía, EEUU empoderó esta situación.

About this publication