La involución republicana, de concretarse como opción política presidencial, podría trasladar el error de política exterior a su vida interna, al fomentar el odio contra la población de origen latino y su contribución a la sociedad estadunidense.
En una economía globalizada, la clave para el crecimiento es la integración. En una comunidad internacional con desafíos de seguridad comunes, la clave es profundizar la corresponsabilidad. En un mundo como el que vivimos, no hay marcha atrás a la integración y la corresponsabilidad como mecanismo único para la prosperidad. Pero el Estados Unidos de Trump y su alianza quieren en vez de ello, levantar muros fronterizos y abonar al clima de odio en su intento falaz de recuperar por la vía equivocada, la grandeza de la potencia.
Los analistas del vecino país piden no tomar en serio las aspiraciones de Trump, pero, mientras eso sucede, el discurso político se polariza en contra de los mexicanos que ahí residen. Ahí está como último botón de muestra la agresión contra un poblano, propinada por los guardaespaldas del propio aspirante presidencial en el marco de una manifestación pacífica. A un sector republicano preocupan las posiciones del magnate frente a las repercusiones que tendrán para ese partido en el electorado latino, pero hoy, incluso, voces más prudentes tienden una red de protección en medios a la notoria ignorancia del aspirante presidencial. Como es el caso de Newt Gingrich, ex líder de la Cámara de Representes del Congreso de EU, quien salió en defensa de los traspiés de Trump en una entrevista de temas internacionales.
Voces más ignorantes, también, se suman a la campaña de racismo de Donald Trump. La señora Sarah Palin, autodestapada como próxima secretaria de Energía de ganar el empresario la contienda electoral, ha señalado que EU necesita a un “duro” como Presidente. En el programa de televisión de Palin, la republicana felicitó al racista Trump de confrontar al “activista radical” de Jorge Ramos, Palin aseguró que, al sacarlo de la conferencia de prensa que sostuvo frente a un grupo de periodistas, ponía a América primero.
Como enfermedad infecciosa, la tesis Trump en contra de los migrantes encuentra eco. La propia Palin ha sido consistente con la falta de criterio en esta política pública. En días recientes, expresó que la propuesta Trump en migración es lo que se necesita para poner a “América primero”, ya que el sistema actual premia a los que desean emprender acciones ilegales. Cabe recordar que la republicana propuso un impeachment —esto es, un juicio político o moción de censura— al presidente Obama por considerar un agravio a los trabajadores y contribuyentes estadunidenses, las medidas contenidas en la Acción Ejecutiva que emitió para evitar la deportación y conceder permisos de trabajo a unos cinco millones de personas no documentadas.
La contienda electoral presidencial debe servir a EU para reafirmar la coherencia entre los valores universales que promueve en la comunidad internacional, con los que caracterizan la gobernanza y la cohesión social al interior de su territorio. Más aún cuando existen otros grupos sociales, como los afroamericanos, que tampoco terminan de encontrar un trato equitativo por parte de las autoridades del orden en distintos estados de la Unión Americana. Los electores estadunidenses deben reafirmar su compromiso con la política de futuro, que no es otra más que la integración y la equidad, así como cerrarle la puerta a las políticas del medievo como las de Donald Trump y su creciente alianza.
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