Obama Names Pope ‘Emperor of Peace’

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La Casa Blanca había invitado a una mujer que fue despedida de un colegio católico por ser lesbiana; al fundador de una organización de defiende la aceptación de los homosexuales y transexuales por la Iglesia católica; y al primer obispo (un episcopaliano) abiertamente homosexual de EEUU. Esas presencias podían interpretarse como un sutil signo del enfrentamiento entre Obama y El Papa Francisco. Pero, en el primer encuentro entre ambos, en la Casa Blanca -si se exceptúa el breve y excepcional saludo en la base aérea de Andrews, ayer-, ambos han hecho una exhibición de sintonía ante las aproximadamente 14.000 personas que ocupaban el jardín de la residencia del presidente de EEUU. Una cifra que no se había alcanzado en los 200 años de existencia de la Casa Blanca. Obama y Francisco han demostrado una total sintonía, en especial en cuestiones de justicia social, defensa de los derechos humanos y respeto a las minorías religiosas, medio ambiente y política internacional. Antes, y en su tradición, Francisco había roto el protocolo y se había puesto a saludar, una a una, a todas las personas que llevaban horas esperando a la puerta de la Nunciatura de Washington. El Papa los abrazó, les pidió que rezaran por él, y les agradeció que llevaran esperando por él, algunos desde las 3 y media de la madrugada, cuando aquel segmento de la Avenida de Massachusetts había sido cortado al tráfico. Labor socialMenos de una hora después, Barack Obama daba la bienvenida a Francisco a su residencia oficial, elogiando la labor social de la Iglesia y “la personalidad” del Papa. “Usted nos recuerda que el mensaje más poderoso de Dios es la misericordia”, dijo Obama, que recordó la simpatía del Papa “hacia los marginados, los excluidos, los que sufren y los que buscan redención”, y calificó al Pontífice de “emperador de la paz”. Obama también entró en la política. Agradeció al Papa su mediación en la apertura a Cuba, su defensa de la libertad religiosa -con referencias indirectas a la persecución de los cristianos llevada a cabo por los fundamentalistas musulmanes-, su apoyo a los inmigrantes y su defensa del medio ambiente. Son varias áreas centrales de la política de la Casa Blanca. Francisco respondió, también, en su estilo habitual. Como si quisiera remarcar las palabras de Obama, que había ensalzado la humildad del Pontífice que, dijo, simboliza el mensaje de Jesucristo, dijo que había venido a Estados Unidos a escuchar. Con una voz algo débil, dio un breve discurso en un impecable inglés, eso sí, con acento porteño que a veces dificultó la comprensión por parte del público. Pero su mensaje fue claro, y nadie puede decir que Francisco puso paños calientes o pasó de puntillas por las cuestiones que ha puesto en el centro de su pontificado. Francisco declaró que “vivimos en un momento crítico de la Historia”, y respaldó la preocupación de la Casa Blanca sobre el medio ambiente y el cambio climático, reafirmando una actitud que ha sacado de sus casillas a gran parte del Partido Republicano. “Encuentro prometedor, señor Presidente, que usted haya propuesto reducir la contaminación ambiental”, dijo Francisco. CooperaciónEl Obispo de Roma declaró que “la Humanidad tiene el deber de trabajar junta” e insistió en que “debemos comprometernos en trabajar juntos”. Elogió indirectamente la apertura entre EEUU y Cuba al celebrar “los esfuerzos que se han llevado a cabo recientemente para arreglar relaciones rotas y abrir nuevas puertas “en “el camino de la cooperación”. Francisco pidió explícitamente el apoyo de EEUU y de la comunidad internacional “para proteger a los vulnerables que claman al cielo en nuestro mundo” y recordó a las personas que viven “en una sociedad que las ignora”. Bergoglio acabó citando a la figura político-religiosa más influyente de Estados Unidos en el último siglo: el pastor protestante y líder de la defensa de los derechos de la minoría negra Martin Luther King, y su discurso más famoso, el que incluyó la famosa frase “he tenido un sueño”: “Podemos decir que hemos fallado a la hora de pagar un cheque, y que es hora de hacer honor al compromiso”.

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