Disinformation, America’s New Offensive in Syria

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La desinformación, nueva ofensiva de EEUU en Siria

No es la primera vez que Estados Unidos usa los medios para desinformar o tergiversar las noticias de un conflicto. En Irak manejaron la información acerca de las armas de destrucción masiva de manera perversa y lo mismo hicieron con la caída de las Torres Gemelas. Crearon un monstruo de Gadafi y hoy se llora su ausencia, otro tanto con el laico Sadamm Hussein. Ni que decir de Fidel Castro, Hugo Chávez y hoy Vladimir Putin. Entre los excesos máximos, ayer pintaron a la URSS de “amenaza mundial” y en el presente, a la Rusia capitalista. Nada es correcto si no pasa por el tamiz de los intereses norteamericanos. Y si lo hace, se termina devastado por el saqueo y la guerra interna como sucede en México.

Es de lamentar la postura del periodista francés Thierry Meyssan, para quien Obama y Putin están reformando las relaciones político-militares del orbe, a fin de evitar una nueva guerra mundial. Es más, insiste en que el inquilino de la Casa Blanca, acepta de hecho, la tripolaridad constituida por EEUU, China y Rusia.(¡sic¡) Incluso se habla de cooperación ruso-norteamericana en el conflicto sirio. Nada más lejano de la realidad. Ante todo, la presencia de los caza rusos en Siria responde a una solicitud de auxilio del gobierno de ese país, mientras los aviones estadounidenses, británicos, franceses y turcos, invaden su espacio aéreo sin autorización alguna.

Se llegó a publicar que Fuad Masum, presidente de Irak, había permitido aterrizar a los cazas rusos en un aeropuerto de Bagdad, cuando ese país es una colonia norteamericana. La idea, es inventar una falsa cooperación militar ruso-estadounidense. ¿Desde cuándo el Kremlin le hace las tareas a Washington?

La desvergüenza no tiene límites. El presidente de Francia, aseveró que la intervención rusa puede ser alentadora si se sujeta a los mandatos de la coalición (es decir, a EEUU), cuando no hace mucho se negó a venderle dos portaviones Mistral por considerarlo enemigo. Poroshenko enloquece y afirma que la multicitada intervención incumple con los tratados de Minsk-II. (¡sic!) Y con su rostro de piedra, Merkel insiste en continuar con las sanciones, cuando hace meses jugó un factor de distención en el conflicto de Ucrania, perjudicial para el intercambio comercial entre Alemania y Rusia. Avances y retrocesos; amenazas y elogios; vacilaciones e intrigas, caracterizan el discurso político europeo en un escenario mundial descontrolado.

La nueva arremetida es desvirtuar la ofensiva rusa en ese país del Cercano Oriente, afirmando que los ataques no se dirigen a afectar al Ejército Islámico, sino a diezmar a quienes se oponen al presidente constitucional Bashar Al-Assad.

La desinformación tiene un propósito, desacreditar a Rusia definiéndolo como un nuevo virus del conflicto, uno que“pretende apagar el fuego con gasolina”. En ningún momento se menciona la obviedad. Una supuestísima coalición de más de cuarenta países (sesenta para otros), no consiguió ningún éxito militar contra ISIS luego de un año de operaciones. Cuando el Pentágono en el 2003, en semanas invadió y controló a Irak en la “segunda guerra del golfo”. ¡Extraños los caminos de la dominación mundial!

Como siempre, difaman y tergiversan mostrando videos y fotos trucadas o correspondientes a hechos acontecidos en otros países. Por simple sensatez: ¿Cuál sería la razón para que Putin ordenara atacar a grupos rebeldes minoritarios (financiados por la CIA según The Wall Street Journal) si el peligro mayor es el califato dominador de un vasto territorio? Si el peligro es el Estado Islámico y mayor amenaza de Damasco, ¿qué sentido tiene atacar a grupos marginales?

Otra vez los medios como frente de batalla. Ayer fueron las pruebas falsas de las armas de destrucción masiva en Irak, luego la dictadura caligulesca de Muamar el-Gadafi (contrafuerte financiero de la campaña de Sarkozy quien terminó bombardeándolo), hoy la demencial intención de Putin por dominar el planeta.

Lo cierto es que los auto nominados salvadores del mundo, dejan una estela de saqueos, muerte y destrucción cada vez que deciden rescatar países que nunca reclamaron su ayuda. Ahí está Libia, Irak, Afganistán. Una vez salvados, alcanzan la cima de la devastación perpetua.

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