The War on Refugees and Muslims

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De pena ajena, la retórica que actualmente estamos escuchando en la campañas de los republicanos que aspiran a la Casa Blanca, quienes han arreciado su odio a los inmigrantes y a los refugiados, con discursos que traen a la memoria los capítulos más oscuros y vergonzosos de la historia de este país, tales como los campos de concentración donde, durante la Segunda Guerra Mundial, alojaron a más de 100 mil japoneses, la mayoría nacidos aquí, o la fuerte negativa que hubo para aceptar a judíos que huían de la Alemania nazi.

Aún el lenguaje que se está usando es el mismo que se usó en esos tiempos, una era que creíamos no regresaría jamás. Y es que a raíz de los ataques terroristas en París, Estados Unidos ha caído en la paranoia, hay miedo. Y los derechistas que sueñan con la presidencia se están aprovechado de eso: uno exigiendo que se haga un registro a nivel nacional de todos los musulmanes, ciudadanos o no; otro sugiriendo que sólo se deje entrar a los cristianos; y un tercero comparando a los refugiados sirios con perros rabiosos, mientras que la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, votó a favor de que se les mantenga a todos fuera de aquí.

Donald Trump, que empezó su campaña atacando a los inmigrantes que vienen de México, de quienes dijo “son violadores, sólo traen crimen”, ahora está contra los refugiados sirios, esto luego de que un pasaporte falso de Siria fue encontrado junto al cuerpo de uno de los atacantes de París, convirtiendo así a todos los sirios en la amenaza pública número uno de Estados Unidos en la mente de muchos.

Trump dice que no permitirá la entrada de ningún refugiado de ese país y exige que se compile una base de datos de todos los musulmanes aquí y que porten tarjetas que los identifiquen, una idea que ya surgió antes y tuvo gran aceptación después de los ataques terroristas a Washington y Nueva York en 2001, pero nunca se realizó.

Pero Trump no es el único que piensa así, en 2007 una encuesta de Gallup mostró que 39 por ciento de los estadunidenses estaban a favor de que se impusiera una identificación a los musulmanes. Ese mismo año, un locutor de radio sugirió, supuestamente en broma, que los musulmanes aquí llevaran un tatuaje especial o una banda en el brazo y muchos radioescuchas llamaron mostrándose a favor.

El nuevo líder de la mayoría republicana, Paul Ryan, dice que la nueva legislación prohibiendo refugiados, no es contra los musulmanes sino en contra de que vengan sirios, pero pocos en su partido parecen ponerle atención. “Nómbreme un terrorista que no sea musulmán” exigió el congresista por Iowa, Steve King.

Pero no sólo es él, 30 gobernadores republicanos y uno demócrata han prohibido la entrada a sus estados de todo sirio, aun cuando el gobierno federal alega que esto es ilegal. Entre ellos, los también aspirantes a presidente: Chris Christie de Nueva Jersey y John Kasich de Ohio.

Algunos gobernadores han llegado al grado de sugerir que se concentre en campos especiales a los refugiados sirios, otros quieren que se active la Guardia Nacional para impedir que sirios entren a sus entidades. Trump por su parte demanda que se cierren mezquitas y Ted Cruz busca que se impida la entrada de todo sirio que practique el islam. Esto, dicen los analistas, les está dando a los terroristas un gran regalo, les está facilitando la tarea de reclutar seguidores y justificar ataques.

Hasta la cifra de posibles refugiados se ha exagerado, los republicanos dicen que están por llegar 100 mil, pero la administración Obama pretende admitir 10 mil y hasta la fecha sólo han llegado 2 mil 100, luego de trámites que llevan de 18 a 24 meses. El número de admitidos es diminuto comparado por ejemplo con los 800 mil aceptados por Alemania.

Los demócratas parecen no creer lo que están oyendo y entre los más indignados están los dos únicos miembros del Congreso que profesan la religión de Mahoma, Keith Ellison, de Minnesota, y André Carson de Indiana, quien ha dicho que “el Estado Islámico pretende convencer de que el mundo occidental está en guerra con el islam. Eso es mentira, pero cuando Estados Unidos dice que sólo aceptará refugiados cristianos, parece como si les diera la razón”.

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