Los resultados de las primarias en New Hampshire parecen mostrar una tendencia peligrosa en el electorado norteamericano hacia distintas facetas del populismo.
Por un lado, en el partido republicano, Donald Trump sigue avanzando sin contendores hacia una posible nominación a la candidatura presidencial en la convención de noviembre. Hasta ahora ha ido moliendo candidatos hasta el punto que de los más de los 17 que se postularon en esta larga carrera, solo quedan con algo de vida seis: Cruz, Roble, Kasich, Bush, Carson y Gilmore, y estos dos últimos probablemente desaparecerán del escenario luego de las primarias de Carolina del Sur.
¿Las preguntas que todos se hacen en EEUU podrá Marco Rubio detener esa marcha triunfante de Trump? ¿ Podrá Bush recobrar espacio en los estados sureños? Kasich es demasiado moderado para los republicanos y Cruz genera muchos rechazos importantes en el partido.
El tema crucial es que pareciera que ,en ambos partidos, la maquinaria no puede contener el deseo de cambio expresado por el populismo de signos contrarios que empuja tanto a Trump como a Sanders.
Falta todavía mucha tela por cortar y dependiendo de los resultados en Carolina del Sur se podrá saber mejor si Hillary está en condiciones de desmontar la ola de jóvenes que impulsan a Sanders y si puede capturar el voto femenino y conservar el de los latinos y de los negros.
En el lado de los republicanos un triunfo de Trump en Carolina del Sur que parece más que probable, si no ubica en un buen segundo lugar a Rubio o Bush, hará que su marcha triunfal lo convierta en un fenómeno electoral parecido al que en su tiempo género Reagan.
Si triunfa el populismo de derecha o de izquierda en EEUU las consecuencias para ese país pueden ser catastróficas esperemos que los electores norteamericanos tengan la sensatez suficiente para elegir a un hombre o una mujer más sensatos políticamente hablando.
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