Kaine, el hombre al que su fe no le deja dormir
Franco y la lucecilla de El Pardo, encendida de noche, cuando toda España dormía protegida por el Caudillo Invicto; Felipe González en su despacho en Moncloa hasta altas horas de la madrugada, también velando por España… La mitología del gobernante que se quita horas de sueño por el ciudadano es incombustible. El miércoles, en la Convención Demócrata, también recordaron al público que Barack Obama se pasa las noches en vela, trabajando por los estadounidenses. Solo George W. Bush rompía con esa norma, al afirmar tranquilamente que él a las 10 de la noche ya estaba en la cama.
Al candidato a la vicepresidencia con Hillary Clinton, el senador por Virginia Tim Kaine, le quitan el sueño sus decisiones. Así se lo ha manifestado a Alberto Avendaño, el director de ‘El Tiempo Latino’, un periódico en español propiedad de ‘The Washington Post’. “Kaine es genuino, y reconoce que ha pasado noches en vela pensando en decisiones que ha tenido que tomar”, declara Avendaño, que lo ha entrevistado en varias ocasiones. Y las decisiones de Kaine no han sido fáciles. Él fue gobernador de Virginia durante la crisis financiera de 2008, cuando la economía de EEUU se colapsó. Aunque su momento más duro fue en 2007, cuando, en un viaje oficial a Japón, le llamaron para informarle de que un estudiante había asesinado a 32 personas en la Universidad Politécnica del Estado y se había suicidado.
El que Kaine hable español puede ser clave para Hillary Clinton. “Cuando le conocí, insistió en hablar en español desde el primer momento”, explica Ángel Cabrera, rector de la Universidad George Mason, en Virginia, un centro académico público de ese estado.
Pero también podría ser insuficiente. Hablar la lengua de Cervantes, en sí mismo, no garantiza nada. Una parte de los jóvenes latinos que votaron por Bernie Sanders en las primarias no se han sentido impresionados en absoluto con la elección de Kaine. Lo que quiere ese grupo de votantes, que es totalmente demócrata pero no acaba de aceptar a Hillary, es un compromiso serio con la reforma migratoria, y en particular con las personas que llegaron a Estados Unidos siendo menores de edad, en compañía de sus padres, y que en muchos casos siguen siendo ilegales y se exponen a ser deportados. Quieren cambiar eso. Y les da igual que se lo digan en español o en inglés. De hecho casi mejor en el segundo idioma, puesto que la mayor parte de ellos habla inglés mucho mejor que español.
Lo mismo le sucede a Kaine con su fe, que es una de las cosas que no le dejan dormir. Él se opone al aborto, pero es demócrata, un partido que no está dispuesto a ceder ni un milímetro en esa materia. El semanario conservador -aunque enemigo declarado de Donald Trump- ‘The Weekly Standard’ ya ha sacado a la luz el “contorsionismo” de Kaine en materia de interrupción del embarazo. Y con los afroamericanos.
El héroe político de Tim Keine es su suegro, L. Linwood Holton, que fue gobernador republicano de Virginia entre 1970 y 1974. En una época en la que los blancos de los estados del Sur, como Virginia, cambiaban de barrio para que sus hijos no compartieran aula con los negros, Holton llevó a sus hijas personalmente a un colegio público integrado. El ‘New York Times’ lo descubrió y le hizo una foto que le dio notoriedad a nivel nacional, pero que también acabó con su carrera política.
Capitalizar todo eso va a ser un reto para Kaine, un personaje que cae bien a los estadounidenses, pero al que no conoce nadie. A partir de ahora, y hasta el 8 de noviembre, no tendrá que decidir mucho. Pero sí que va a tener una agenda tan cargada que tampoco va a poder dormir.
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