Two Big Friends

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Los presidentes de Brasil y Estados Unidos (EE. UU.), Jair Bolsonaro y Donald Trump, se reunieron en Washington encontrando grandes coincidencias en los asuntos que abordaron, por la clara afinidad ideológica y política de derecha democrática que hay entre ambos.

Brasil y EE. UU. son dos de los tres países más grandes de las Américas. El gigante brasileño tiene una extensión territorial de ocho millones y medio de kilómetros cuadrados (quinto lugar en el mundo), mientras que el tamaño de EE. UU. es un poco más de 9 millones de kilómetros cuadrados y ocupa el cuarto lugar entre todos los países del planeta.

En la cantidad de población de ambos países hay una diferencia de casi cien millones de habitantes, pues Brasil tiene unos 208 millones y medio de personas, mientras que los estadounidenses son casi 326 millones.

Económicamente la diferencia es mayor, considerando que el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante de Brasil es de 15,485 dólares, en tanto que el de EE.UU. es 62,670 dólares, datos tomados de Wikipedia.

Pero lo principal y lo que a los nicaragüenses más les puede interesar en la relación de los presidentes Donald Trump y Jair Bolsonaro, es su categórico repudio común a las dictaduras autoproclamadas socialistas de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.

Bolsonaro y Trump hablaron entre otros temas, de una alianza estratégica de sus dos grandes países en las Américas y la posibilidad de que Brasil forme parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). También el presidente Trump ofreció el apoyo de EE.UU. para que Brasil ingrese a la Organización de Cooperación para el Desarrollo (OCDE), el selecto grupo de las 36 democracias más ricas del mundo, en el que solo hay dos de América Latina: México y Chile.

Sin embargo, el tema de Venezuela fue el que ocupó la mayor atención de los presidentes de Brasil y los EE. UU. Trump dijo en conferencia de prensa después de la reunión con Bolsonaro, que todavía no ha aplicado las sanciones más fuertes al régimen de Nicolás Maduro. Y volvió a mencionar que en su esfuerzo por ponerle fin a la dictadura venezolana, “todas las opciones están sobre la mesa”.

Por su parte el presidente brasileño respaldó la política de EE. UU. contra la dictadura de Venezuela, aunque no dijo claramente si apoyaría o participaría en una intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro. Pero tampoco lo negó, a pesar de que la Cancillería de Brasil ha descartado esa posibilidad.

En el encuentro de los presidentes de EE. UU. y Brasil también estuvo presente el tema de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. Según reportó La Voz de América, el presidente Trump aseguró al finalizar la reunión con su colega brasileño, que “Estados Unidos y Brasil también están unidos en apoyo de las personas que tanto sufren en Cuba y Nicaragua”.

Esto ha sido, sin duda, otra advertencia a la dictadura de Daniel Ortega y un mensaje de aliento a los nicaragüenses que luchan por recuperar la libertad y la democracia.

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