Los vecinos de EU… ganando como siempre
Fue mi aleatorio compañero de viaje durante un vuelo de hora y media quien mejor sintetizó hacia dónde vamos económicamente.
La inicial de su nombre de pila es G. Es un campechano treintañero que emigró a Texas cuando su hermano lo llevó con el engaño de que lo integraría a la labor de un taller mecánico. Terminó del otro lado del río.
Cuenta que llegó como albañil, hasta que conoció a un hombre de negocios inglés retirado que encontró en él las virtudes necesarias para instalar una empresa, se asociaron. La compañía constructora creció al punto en el que el europeo pidió paz. Mucho trabajo para un jubilado.
Ahora G tiene su propia firma en Austin, pero quiere venir a México. Allá la vida estresa al ritmo de jornadas de 16 horas diarias, dice. Acá no pagan tan bien, lo sabe. Construir una pequeña piscina en Mérida cuesta cerca de 100 mil pesos y los trabajos duran unos cuatro meses.
Sorpresivamente, advierte que ese puede ser buen negocio. Con sus máquinas, él puede hacer el trabajo en dos semanas y con bajos costos.
Es la diferencia entre México y Estados Unidos, explica G, acá todo lo hacen a mano con gente que cobra muy poco, en lugar de entrenarla y equiparla para usar máquinas que produzcan más.
En México el gobierno convoca a la gente a plantar árboles para dar trabajo mal pagado. El dinero de las inversiones más fuertes será para extranjeros: la ingeniería y las máquinas de la refinería de Dos Bocas o la infraestructura del tren maya, cuando se concreten, vendrán de la obra de gente más preparada, de otros países.
Pronto las diferencias entre Estados Unidos y México van a pronunciarse. La mayor contienda global económica y política que enfrenta esa nación es por el establecimiento de la red 5G que permitirá, por ejemplo, la realización de operaciones médicas quirúrgicas a distancia, lo mismo que la operación militar sin presencia de humanos. Su rival más fuerte es China que aún tiene un ingreso per cápita más bajo que el de México.
El Proyecto de Nación 2018-2024 de Morena contempla aumentar la cobertura de las redes 3G y 4G. No menciona la red 5G ni lo que conlleva: redes digitalizadas de suministro y uso generalizado de ‘inteligencia artificial’, término que ese documento no incluye.
Nuestra relación con el país vecino al norte seguirá fuerte, quedó más claro en semanas recientes. Pero aspiramos a ser un país manufacturero que ponga básicamente la mano de obra. A cambio, el gobierno aspira a mejores salarios para la gente por la vía de la lucha social, mediante una reforma laboral que aliente a los sindicatos.
¿El problema? No hay planes para subir la productividad, para que los mexicanos aprendan a inventar y usar nuevas máquinas. De eso, nada a decir de un sistema educativo en poder de la CNTE y el SNTE.
Muchas firmas se quedarán, pero las que se harten de una nueva ‘lucha social’, se irán. Y no tendrán que ir muy lejos:
“El T-MEC reduciría el alcance del mecanismo de solución de controversias entre inversionistas y estados, un cambio que basado en los resultados del modelo, reduciría la inversión de Estados Unidos en México y conduciría a una pequeña alza en la inversión y producción doméstica de Estados Unidos en los sectores de manufactura y minería”, concluyó la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos en el reporte (https://bit.ly/2Xs5ENz) entregado este mes a petición del gobierno de Donald Trump. La ratificación del tratado que sustituya al TLCAN se acerca, pero para los mexicanos no se asoman triunfos. Acá, a construir albercas a mano y a pintar franjas con brocha… a atornillar coches. No mucho más que eso.
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