¿Cuándo caerá Nicolás Maduro?
Se necesita un apoyo concertado para sacar del poder al hombre que elevó el índice de pobreza a 85 %
El mundo espera la caída del dictador Nicolás Maduro. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el presidente de Venezuela se aferra más al poder. El reconocimiento que como presidente interino le han dado a Juan Guaidó más de cincuenta gobiernos no ha hecho mella en su propósito de eternizarse en la silla presidencial. Ni el aislamiento internacional, ni las medidas de Estados Unidos para bloquearlo ni las continuas protestas de la gente han producido el efecto deseado. Cuando se esperaba que la liberación de Leopoldo López por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana fuera el detonante que produjera su caída, Nicolás Maduro sale victorioso. Lo que pasó el 30 de abril demuestra hasta qué punto lo sostiene el apoyo que le brindan los militares.
Las razones por las cuales los altos mandos militares siguen siendo leales a Nicolás Maduro son ampliamente conocidas. Los beneficios económicos que reciben para continuar leales al sátrapa son demasiado jugosos como para jugársela por un pueblo que reclama el cambio en la conducción del Estado. A Maduro no le importa el costo que se deba pagar para tenerlos de su lado. La verdad es que mientras los militares se estén enriqueciendo cada día más con un régimen corrupto no se pondrán ‘del lado correcto de la historia’. No entienden que el pueblo no los quiere ver manejando las empresas del Estado como contraprestación a su lealtad. Pero ellos no van a renunciar a sus privilegios ni a la posibilidad de enriquecimiento que les abrió Hugo Chávez cuando asumió el poder.
¿Cuándo caerá Nicolás Maduro? Esa es la pregunta que todo el mundo se hace. Sin embargo, la respuesta no es precisa. Todo porque con el gobierno ruso respaldándolo, ofreciéndole apoyo militar, amenazando para que Estados Unidos no intervenga, las posibilidades de que el régimen caiga no se darán de manera fácil. El gobierno norteamericano sabe el costo que tendría que pagar si intenta una intervención militar para sacar al usurpador. Los gobiernos democráticos de América Latina no ven con buenos ojos que se invada a Venezuela. Le siguen apostando a la solución diplomática antes que al uso de la fuerza. Maduro se siente fuerte con el apoyo de Vladimir Putin. Tiene la certeza de que mientras cuente con su respaldo, Estados Unidos no pasará de las amenazas.
Un error de Nicolás Maduro para sostenerse sería lo único que podría obligarlo a abandonar Venezuela. Ese error podría ser una respuesta armada a las manifestaciones que la oposición hace en caso de que intenten llegar hasta el Palacio de Miraflores para exigirle que abandone el cargo. Al ver que se le acercan las multitudes, Maduro sería capaz de ordenarles a las Fuerzas Armadas que disparen para defenderlo. La sangre que se derramaría sería tanta que, ahí sí, contra sus principios democráticos, los gobiernos aprobarían que Estados Unidos actúe. Recuérdese que Marcos Pérez Jiménez abandonó Venezuela en el avión presidencial el 23 de enero de 1958 como consecuencia de las manifestaciones contra su gobierno.
El otro error que podría contribuir a que termine esa negra noche que vive Venezuela sería que Nicolás Maduro se atreva a poner preso a Juan Guaidó. El día en que eso ocurra, el pueblo se levantaría para defender a su líder. Y Estados Unidos tendría razones para hacer con él lo que hizo con el general Noriega en 1990: llevárselo detenido, después de la intervención militar, para que pagara por sus crímenes. Es que no es lo mismo para Maduro encarcelar a opositores como Leopoldo López que hacerlo con Juan Guaidó. Este último tiene el respaldo de los gobiernos de más de cincuenta países. Analícese cómo hasta ahora no lo ha hecho preso no obstante el proceso abierto en su contra por haber salido del país. ¿Lo hará por el levantamiento popular del 30 de abril?
Ricardo Hausmann, profesor de la Universidad de Harvard, escribió en este diario: “Abordar la catástrofe económica que ha causado el gobierno de Nicolás Maduro va a requerir el apoyo concertado de la comunidad internacional”. Para evitar que Venezuela se siga hundiendo también se necesita un apoyo concertado para sacar del poder al hombre que elevó el índice de pobreza al 85 por ciento, bajó la producción petrolera de tres millones quinientos mil barriles diarios a un millón cien mil en el último año y posibilitó una inflación que, según el Fondo Monetario Internacional, en el 2019 puede llegar a 10.000.000 %. Si con la presión internacional no se logra el objetivo, habría que pedirle a Estado Unidos que actúe de manera rápida para sacar a los venezolanos de ese infierno en que están viviendo.
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