Con llamado para no darle 8 años a Trump, Biden lanza su candidatura
El exvicepresidente de Barack Obama lidera las encuestas de intención de voto del partido demócrata.
esde hace meses era claro que Joe Biden saltaría al ruedo para obtener la nominación del partido Demócrata hacia las presidenciales del 2020. Aún sin haberlo anunciado oficialmente, el exvicepresidente de Barack Obama encabezaba las encuestas y se veía como, quizás, la mejor opción para frenar una reelección de Donald Trump.
Pero este jueves, cuando declaró su intención, surgieron preguntas sobre las posibilidades que tiene de salir victorioso en la ronda de elecciones primarias, en las que deberá medirse a un nutrido grupo de competidores que son más jóvenes y representan el ala más progresista de un partido que se ha venido transformando en años recientes.
En el papel, la trayectoria de Biden es impecable, con más experiencia que cualquiera de sus rivales. Acompañó a Obama en la Casa Blanca en sus ocho años y estuvo más de 30 años en el Senado por el estado de Delaware.
Además, es una figura con reconocimiento nacional e internacional que aspiró a la presidencia en otras dos ocasiones y de allí su favoritismo en las encuestas de los posibles candidatos demócratas, en las cueles ocupa la cabeza de la tabla con un 30 por ciento de las intenciones de voto.
Debilidad o fortaleza
Pero a sus 76 años, de ganar, Biden se convertiría en el presidente más viejo en llegar a la Casa Blanca. Y eso puede pesar en su contra. En especial ahora, cuando han surgido políticos jóvenes como Pete Buttigieg (homosexual declarado) o la senadora afroamericana Kamala Harris, y el partido es fuerte entre menores de 35 años.
Pero el verdadero reto del exvicepresidente es ideológico. La carrera política de Biden ha sido definida por sus posiciones de centro y su habilidad para negociar con la oposición republicana. Pero en la política estadounidense actual, en la cual lo que priman son las visiones extremas y la guerra partidista, su perfil no es el que mejor encaja.
En el partido, además, han ido ganado espacio posiciones más progresistas y de izquierda, como la educación gratuita y la cobertura universal de la salud, que no están en la misma línea con la visión del exvicepresidente. En otras palabras, Biden llega como un demócrata tradicional cuando el partido está abandonando esa tendencia.
Podría tener dificultades
Dado que la base más radical del partido suele pesar mucho en las elecciones primarias, el exvicepresidente podría verse derrotado por alguien como el senador Bernie Sanders, quien si bien se veía como alguien “extremo” cuando compitió con Hillary Clinton en los comicios del 2016, hoy representa el corazón del partido demócrata.
Por eso, muchos expertos, entre ellos los de la Universidad de Virginia y los analistas de CNN, lo dan como el probable ganador. No solo porque ya tiene una impresionante maquinaria electoral en el terreno y ha demostrado que puede recaudar fortunas en aportes de simpatizantes, sino por vérsele como el más opcionado para llevarse los caucus (elección de delegados en estados ) de Iowa y las primarias de New Hampshire (el estado de Sanders), que son las primeras en realizarse y tienden a marcar una tendencia.
El problema para el partido, y de allí los chances de Biden, es que un candidato demasiado “liberal” podría alejar a los votantes de centro en la contienda general y beneficiar a Trump.
“Necesitamos ser pragmáticos y entender que Joe Biden es el único chance real que tenemos para ganar en el 2020. Mi preocupación es que nuestro nominado debe poder triunfar en estados como Pennsylvania, Ohio y Michigan, y no veo que ninguno de los otros aspirantes lo puedan hacer”, sostiene Dick Harpootlian, quien fue jefe del partido Demócrata en Carolina del Sur y hoy asesora campañas.
Si Biden sobrevive a las primarias y es nominado, lo que antes eran sus debilidades podrían volverse fortalezas. Muchos votantes en el centro del espectro político que quizá temen por el destino que proponen los políticos de izquierda podrían ver en Biden una alternativa frente al caótico gobierno de Trump.
Y eso es una gran ventaja, pues Trump contará con el respaldo de su base, y serán esos electores, y en estados como los que menciona Harpootlian, los que decidan el nombre del nuevo ocupante de la Casa Blanca.
“Si damos ocho años a Trump en la Casa Blanca, alterará fundamentalmente y para siempre el carácter de este país”, advirtió Biden.
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